Durante la primera quincena de agosto, la inflación en México mostró una ligera desaceleración, ubicándose en 3.49%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Aunque esta cifra es solo ligeramente superior al 3.48% registrado en la segunda mitad de julio, refleja una cierta estabilidad en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
Las caídas más notables en precios corresponden a productos que son esenciales en la dieta mexicana. Por ejemplo, el jitomate bajó un 8.78%, mientras que el pollo se redujo 2.47%. Otros productos también experimentaron descensos significativos, incluyendo el transporte aéreo con -8.42% y el cine que descendió -10.01%. Este comportamiento podría aliviar la carga económica de los consumidores en un contexto marcado por la incertidumbre económica.
Productos que subieron de precio
No obstante, no todo es positivo. Algunos servicios y mercancías mostraron incrementos en sus precios. De acuerdo con el INEGI, los precios de los servicios subieron 0.10% y las mercancías 0.09%. Entre los productos que más aumentaron se encuentran las loncherías y taquerías con un incremento de 0.38%, así como el chile serrano, que se disparó un 12.87%.
Resulta preocupante que algunos productos básicos como el limón y la carne de res también hayan visto incrementos de 5.93% y 0.50%, respectivamente. La realidad es que, aunque algunos consumidores puedan beneficiarse de los descensos en precios, otros se ven afectados por estos aumentos en productos esenciales.
Inflación subyacente y no subyacente
La inflación subyacente, que excluye productos con precios volátiles, avanzó 0.09% y se colocó en 4.21% anual, una cifra que supera ligeramente la del mes anterior. En contraste, la inflación no subyacente disminuyó 0.41% respecto a la quincena anterior, lo que representa un aumento anual de 1.10%, muy por debajo del 8.80% registrado en 2024.
Este panorama mixto revela un comportamiento diverso en los precios en México, donde coexisten tanto aumentos como reducciones. Sin embargo, al encontrarse la inflación dentro del rango objetivo del Banco de México (3% +/- 1), se anticipa que la institución continúe un ciclo gradual de recortes en la tasa de interés, lo que podría impulsar aún más la actividad económica en el país.