Por la Paz y contra las Adicciones es una iniciativa liderada por la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, enfocada en prevenir el consumo de sustancias psicoactivas en niños y jóvenes, al tiempo que promueve la salud mental y contribuye a la paz comunitaria. En este marco, la campaña nacional contra el fentanilo en México ha implementado un esfuerzo interinstitucional para prevenir una crisis de adicciones en el país.
El éxito de esta campaña se fundamenta en la difusión de información a millones de estudiantes de secundaria y preparatoria, así como en la habilitación de la Línea de la Vida para atención inmediata. En este esfuerzo, destaca el liderazgo de la maestra Leticia Ramírez Amaya, coordinadora general de Asuntos Intergubernamentales y Participación Social. Su papel ha sido esencial en la coordinación del Programa Integral de la Campaña y Atención a las Adicciones.
La estrategia se centra en dos pilares: la prevención y el acceso a tratamiento y rehabilitación, creando así un escudo informativo y asistencial contra las adicciones. En este contexto, la actividad física se convierte en un eje transversal que vincula salud, educación y entornos pacíficos. El programa Paz con Juego, con Valores por tu Salud busca implementar políticas públicas que capitalicen modelos de impacto social, consolidando la actividad física como una herramienta pedagógica intersectorial.
Uno de los componentes clave es la Certificación de Escuelas Promotoras de la Salud, que se extiende a través de Escuelas por la Paz y contra las Adicciones. Este esfuerzo tiene como objetivo mejorar los resultados de salud integral (física, mental y social) y de aprendizaje, considerando que la actividad física escolar es fundamental para generar entornos saludables.
Además, el programa Juego con Valores de Paz va más allá de la actividad física, enfocándose en desarrollar habilidades internas como la resiliencia y la asertividad, esenciales para prevenir adicciones y promover la resolución pacífica de conflictos. Para garantizar un ambiente seguro y de convivencia respetuosa, se integran estrategias antibullying y mediación escolar en la educación media superior.
La estrategia antibullying, basada en el marco INSPIRE, busca reducir factores de riesgo y construir factores protectores. Al disminuir la violencia y la exclusión, se logra reducir la vulnerabilidad a las adicciones mediante un enfoque que incluye tres decálogos antibullying. También se propone eliminar la cultura de las novatadas, sustituyéndola por actividades de integración positivas que fomenten la inclusión y valores deportivos.
En cuanto a la mediación escolar, se establece como una norma de convivencia que transforma conflictos en oportunidades de diálogo y aprendizaje, convirtiendo a los estudiantes en agentes activos de paz y fortaleciendo competencias como la autorregulación emocional, la escucha activa y el diálogo asertivo.






























































