La influencer y ex participante de La casa de los famosos Colombia, Karina García, desató una polémica tras sus declaraciones en el programa Desnúdate con Eva, donde confesó haber recibido propuestas económicas millonarias de empresarios que ella misma describió como “de alto riesgo”. El abogado Iván D. Máttar advirtió que estas afirmaciones podrían implicar un reconocimiento de conductas que constituyen lavado de activos.
Confesiones en el aire
Durante la entrevista, García reveló que, tras su salida del reality, le ofrecieron entre $50 millones y $100 millones de pesos por asistir a cenas con estos empresarios. Aunque aseguró que rechazó dichas ofertas, su sinceridad generó un intenso debate en redes sociales y en círculos jurídicos. “Me decían que te dan $100 millones por ir a cenar”, comentó frente a las cámaras, dejando claro que su estilo de vida gusta de los lujos.
La situación se intensificó cuando la periodista Eva Rey le preguntó directamente si alguna vez había aceptado este tipo de propuestas. García, comprometida con su pareja Altafulla, afirmó que actualmente no contempla salir con otros, pero admitió que antes lo habría considerado. “Yo no soy solapada, siempre he dicho que me gustan los lujos”, expresó.
Advertencia legal
El abogado Máttar, a través de la red social X, fue directo en su advertencia: “No confiesen un lavado de activos en un podcast”. Según él, aceptar regalos o dinero de personas con capital de origen dudoso puede configurar delitos graves. Resaltó que estas revelaciones no deben tomarse a la ligera, especialmente en medios digitales.
García también explicó que su desconfianza fue clave para rechazar dichas ofertas, señalando experiencias pasadas con personas celosas que le generaron temor. “Cuando son de alto riesgo les huyo un poquito, porque me dan temor”, afirmó, aludiendo a situaciones que la llevaron a evitar ese tipo de relaciones.
La controversia no solo ha puesto en la mira a García, sino que también ha abierto un debate más amplio sobre la responsabilidad de las figuras públicas en sus declaraciones. Para algunos usuarios, su espontaneidad es prueba de transparencia, mientras que otros consideran que podría tener repercusiones legales y reputacionales por sus comentarios.
La frase del abogado —“no confiesen un lavado de activos en un podcast”— se ha replicado miles de veces, convirtiéndose en un llamado de atención para influencers y celebridades que comparten aspectos íntimos de su vida sin medir las consecuencias. Este episodio resalta la necesidad de que las figuras mediáticas sean más cautelosas con sus palabras, especialmente en temas tan delicados como el origen de los recursos que manejan.
