La apnea del sueño se ha convertido en un problema de salud relevante en México y en otros países, afectando a un gran número de personas, especialmente a hombres mayores de 65 años con sobrepeso. Sin embargo, las mujeres, particularmente después de la menopausia, también son víctimas de esta condición, aunque a menudo presentan síntomas diferentes, lo que lleva a un mayor infradiagnóstico en este grupo.
Se define la apnea del sueño como la presencia de paradas respiratorias en un adulto que ocurren al menos 15 veces por hora. Según el Dr. Carlos Egea, quien es especialista en este campo, la prevalencia de esta afección entre hombres adultos alcanza el 40%, mientras que en mujeres se sitúa alrededor del 20%. Esto convierte a la apnea del sueño en un problema de salud grave que requiere atención.
La apnea obstructiva del sueño (AOS) representa una de las afecciones más comunes en las consultas de neumología, constituyendo aproximadamente el 50% de los casos. A pesar de que en España más de 600,000 personas reciben tratamiento, la evidencia científica más reciente indica que muchas más padecen esta enfermedad sin haber sido diagnosticadas. Además, la incidencia de diagnóstico en mujeres está en aumento, con un crecimiento anual que oscila entre el 8% y el 10%.
Entre los factores de riesgo que contribuyen a la apnea del sueño se encuentran el sobrepeso, anomalías anatómicas y la edad, así como elementos agravantes como el consumo de tabaco, alcohol en las horas nocturnas, sedantes y tranquilizantes. Este 21 de septiembre se conmemora el Día Nacional de la Apnea del Sueño, una iniciativa de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) para crear conciencia sobre la enfermedad.
La Dra. Alejandra Roncero Lázaro, neumóloga y directora del Programa de Investigación en Sueño de SEPAR, señala que se estima que alrededor de dos millones de personas en España sufren apnea del sueño sin diagnóstico, ya que muchos de los síntomas, como los ronquidos y los frecuentes despertares nocturnos, son a menudo normalizados.
Las consecuencias de la apnea del sueño son significativas. La alteración del sueño provoca un descanso inefectivo, lo que afecta la calidad de vida de los pacientes, generando irritabilidad y afectando su vida social. También puede ser un factor de riesgo para accidentes laborales, domésticos o de tráfico.
Las pausas respiratorias conllevan una disminución de los niveles de oxígeno en sangre, lo que se relaciona con hipoxias que pueden derivar en enfermedades cardiovasculares como hipertensión, trombosis cerebral y mayor incidencia de ciertos tipos de cáncer. La Dra. Roncero Lázaro enfatiza que las consecuencias de padecer AOS son serias, ya que generan somnolencia diurna excesiva, trastornos cognitivos, respiratorios, cardiovasculares y metabólicos, impactando de manera significativa en la salud de los pacientes y en la sociedad.
En resumen, la apnea del sueño es una afección que debe ser diagnosticada y tratada adecuadamente para evitar sus graves consecuencias en la salud pública.