Un reciente estudio realizado en Tianjin, China, ha revelado que la contaminación atmosférica podría tener un impacto negativo en la visión de los niños. Investigadores que analizaron a casi 30,000 escolares encontraron que aquellos expuestos a altos niveles de partículas finas (PM2.5) y dióxido de nitrógeno (NO2) tenían una mayor probabilidad de desarrollar miopía, un trastorno que provoca que los objetos lejanos se vean borrosos.
El coautor del estudio, Zongbo Shi, profesor de biogeoquímica atmosférica en la Universidad de Birmingham, explicó a The Washington Post que “demostramos que la contaminación del aire contribuye al desarrollo de la miopía en los niños”. Según Shi, “si su exposición a la contaminación del aire es alta, el riesgo de volverse miope es mayor”.
Los resultados de esta investigación fueron publicados en la edición del 23 de septiembre de la revista PNAS Nexus. Los científicos combinaron datos genéticos, de estilo de vida y ambientales utilizando un modelo de aprendizaje automático. Aunque la genética fue el factor más relevante en el desarrollo de problemas visuales, la calidad del aire también resultó ser significativa.
El análisis mostró que los niños que residían en zonas con aire más limpio tendían a tener una mejor salud visual. En escenarios simulados de “aire limpio”, los estudiantes de primaria mostraron casi el doble de mejora en su visión en comparación con los estudiantes mayores. Además, los investigadores señalaron que hábitos como la falta de sueño y las largas horas frente a pantallas también incrementan el riesgo de problemas de vista.
Shi enfatizó que, aunque hay factores inmutables, “se pueden cambiar los hábitos”. Resaltó la importancia de reducir la contaminación del aire para mejorar la salud visual de los niños. A pesar de que algunos expertos han expresado su escepticismo sobre los hallazgos, estos contribuyen a un creciente cuerpo de evidencia que relaciona la contaminación del aire con problemas oculares.
Otros estudios han indicado que la contaminación puede agravar la inflamación ocular y acelerar la progresión de la miopía en los niños. Según Shi, “mejorar la calidad del aire no solo beneficiará o reducirá la carga de enfermedades, sino que también puede mejorar la salud ocular”.
Para obtener más información sobre la miopía, se puede consultar a la Academia Estadounidense de Oftalmología.
