La creatina ha evolucionado de ser un suplemento poco conocido a convertirse en uno de los más demandados por quienes asisten al gimnasio. Este crecimiento también se observa en Perú, donde el interés por los suplementos nutricionales está en aumento. Según datos de la Asociación Nacional de Laboratorios Farmacéuticos (Alafarpe) de la primera mitad de 2024, la búsqueda de suplementos y vitaminas se ha disparado, concentrándose principalmente en Lima, donde representa un 67,9 % de las solicitudes totales.
Sin embargo, limitar la creatina a un simple aliado en la ganancia muscular no refleja su verdadero potencial. Este compuesto tiene múltiples beneficios que van más allá del ámbito deportivo, incluyendo efectos positivos en el metabolismo, la función cerebral y, potencialmente, en la longevidad.
Impacto de la creatina en el metabolismo
La creatina desempeña un papel crucial en la producción de ATP (adenosín trifosfato), la principal fuente de energía para nuestras células. Al estar almacenada en los músculos como fosfocreatina, actúa como un sistema de respaldo energético que se activa en momentos de alta demanda. Esto no solo mejora el rendimiento durante el ejercicio intenso, sino que también optimiza la energía disponible en tejidos que requieren un suministro constante, como el corazón y el cerebro.
Además, la suplementación con creatina puede aumentar la sensibilidad a la insulina y ayudar en el control de los niveles de glucosa. Estos aspectos son fundamentales en la prevención del síndrome metabólico y la diabetes tipo 2. Así, la creatina no solo influye en el ámbito del deporte, sino que también tiene un impacto positivo en el equilibrio energético y en el metabolismo de carbohidratos y grasas.
Beneficios de la creatina para el cerebro
El cerebro es uno de los órganos que más energía consume, utilizando aproximadamente el 20 % de la energía total en reposo. En este contexto, la creatina cumple un papel esencial al funcionar como un respaldo para mantener niveles adecuados de ATP en las neuronas. Se ha comprobado que la creatina mejora funciones como la memoria a corto plazo, la atención y la velocidad de procesamiento cognitivo, especialmente en situaciones de falta de sueño o fatiga mental.
Investigaciones recientes también están explorando su efecto neuroprotector en enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, el Alzheimer y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Estos estudios sugieren que la creatina podría ayudar a reducir el daño oxidativo y a mantener la función mitocondrial. Por lo tanto, para estudiantes, profesionales que requieren alta concentración o personas mayores preocupadas por el deterioro cognitivo, la creatina podría ser un complemento interesante más allá del gimnasio.
Creatina y longevidad
Uno de los hallazgos más prometedores sobre la creatina está relacionado con la longevidad. Varios estudios en animales sugieren que la suplementación puede prolongar la esperanza de vida al mejorar la función mitocondrial, disminuir la inflamación crónica y optimizar la gestión de energía celular. En humanos, aunque los datos son preliminares, se ha observado que la creatina ayuda a preservar la masa y fuerza muscular en adultos mayores, lo cual es vital para prevenir la sarcopenia, que es la pérdida progresiva de masa muscular.
Mantener un buen estado muscular es determinante para una vida larga y funcional, especialmente en la vejez. Además, al mejorar el metabolismo y respaldar la salud cerebral, la creatina se posiciona como un suplemento que podría contribuir a un envejecimiento más saludable y activo.
