La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos ha dado un giro radical en su estrategia para frenar la publicidad engañosa de medicamentos, anunciando la implementación de reformas que buscan proteger a los consumidores. Esta iniciativa surge tras el envío de miles de cartas a compañías farmacéuticas advirtiéndoles sobre la necesidad de eliminar anuncios engañosos, así como la emisión de aproximadamente 100 cartas de cese y desistimiento.
Acciones contundentes contra la desinformación
Según la FDA, el proceso de reglamentación se enfoca en cerrar la laguna legal creada en 1997, que ha permitido a las empresas ocultar riesgos críticos de seguridad en sus anuncios, tanto televisivos como digitales. Robert F. Kennedy, Jr., secretario de Salud y Servicios Humanos, declaró: “Cerraremos ese canal de engaño y exigiremos a las compañías farmacéuticas que revelen todos los datos críticos de seguridad en su publicidad. Solo una transparencia radical romperá el ciclo de sobremedicalización que impulsa la epidemia de enfermedades crónicas en Estados Unidos”.
El Comisionado de la FDA, Marty Makary, añadió que ha sido inaceptable la tolerancia a anuncios engañosos que distorsionan la relación médico-paciente, generando una demanda excesiva de medicamentos inadecuados. Con el 25% de su presupuesto destinado a publicidad, las compañías farmacéuticas deberían invertir esos miles de millones de dólares en reducir los precios de los medicamentos para el ciudadano común.
Impacto en la publicidad farmacéutica
Un estudio publicado en el Journal of Pharmaceutical Health Services Research en 2024 revela que el 100% de las publicaciones de farmacéuticas en redes sociales destacan los beneficios de los medicamentos, mientras que solo el 33% menciona sus posibles daños. Además, el 88% de los anuncios de medicamentos más vendidos son realizados por personas y organizaciones que no cumplen con las directrices de equilibrio justo de la FDA.
Ante esta situación, la FDA ha manifestado que ya no tolerará estas prácticas engañosas. El organismo implementará herramientas de inteligencia artificial y otras tecnologías para supervisar y revisar proactivamente los anuncios de medicamentos, asegurando que la información proporcionada a los consumidores sea clara y veraz. Esta medida es un paso significativo hacia una mayor transparencia en la publicidad farmacéutica, en un contexto donde la salud pública es prioritaria.