El 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la RCP, un recordatorio de la importancia de la reanimación cardiopulmonar en situaciones de emergencia. Anualmente, entre 3 y 4 millones de personas sufren paradas cardíacas súbitas fuera de los hospitales, y la capacidad de actuar de manera inmediata puede ser crucial para salvar vidas.
La RCP, que combina compresiones torácicas y ventilaciones para mantener la circulación y el oxígeno, puede triplicar las probabilidades de supervivencia si se realiza a tiempo. Sin embargo, a pesar de que muchos conocen esta técnica, solo 3 de cada 10 españoles se sienten capacitados para llevarla a cabo en caso de una emergencia, según la fuente.
La labor del personal de Enfermería de Urgencias y Emergencias (EUE) va más allá de la intervención; también se enfocan en educar al público para que no se paralice ante una parada cardíaca. “La reanimación no empieza en el hospital, empieza donde alguien se atreve a actuar”, afirma Carmen Casal, vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
Casal enfatiza la importancia de la formación adecuada, ya que factores como la profundidad y la frecuencia de las compresiones son determinantes para la eficacia de la RCP. Estudios recientes sugieren que la calidad de la RCP en los primeros minutos es más relevante para la supervivencia que cualquier intervención posterior.
El papel de las enfermeras es fundamental, ya que muchas de las capacitaciones en RCP para el público y otros profesionales de la salud son lideradas por ellas. Organizan talleres y simulacros en hospitales, colegios y comunidades para empoderar a las personas a actuar cuando se presenta una emergencia.
El miembro de la Comisión de la Especialidad en Enfermería de Urgencias y Emergencias (EEUE) de SEMES, Javier Morillo, destaca que contar con enfermeras con formación específica mejora significativamente la atención sanitaria, asegurando respuestas rápidas y precisas que pueden salvar vidas.
Desde la SEMES, se promueve la campaña “Cuidando tu seguridad, especialistas en Enfermería de Urgencias y Emergencias”, reafirmando su compromiso con una atención segura y efectiva en situaciones críticas.
En el contexto de una parada cardíaca, el tiempo es esencial. A pesar de ello, existen mitos que pueden disuadir a los testigos de actuar. La SEMES aclara algunas de las creencias erróneas más comunes:
- “Solo los sanitarios pueden hacerlo”: Cualquiera puede realizar RCP básica, y la intervención temprana es crucial.
- “Puedo hacerle daño”: Aunque pueden ocurrir lesiones menores, es fundamental mantener la circulación.
- “La RCP siempre incluye boca a boca”: Las compresiones torácicas continuas son suficientes en la mayoría de los casos.
- “Es mejor esperar a que lleguen los servicios de emergencia”: Iniciar la RCP de inmediato es vital, ya que cada minuto sin circulación reduce las posibilidades de supervivencia.
La concienciación y la formación sobre la RCP son esenciales para lograr que más personas se sientan capacitadas y dispuestas a actuar en situaciones de emergencia.