Más de 14 millones de niños en el mundo no han recibido ninguna vacuna en 2024, según un informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) publicado el 15 de julio de 2025. Aunque la cobertura de inmunización infantil se mantiene estable a nivel global, ambas organizaciones han señalado la existencia de desigualdades que continúan poniendo en riesgo a millones de infantes.
Los datos revelan que el 89% de los lactantes, es decir, 115 millones de niños, recibió al menos una dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP). Por otro lado, el 85% completó el esquema de tres dosis, lo que representa un modesto avance de 171 mil niños más con respecto a 2023, y un millón más que completaron la serie. Sin embargo, este progreso es insuficiente frente a los desafíos que persisten en la vacunación infantil.
La OMS ha indicado que casi 20 millones de lactantes no recibieron todas las dosis necesarias de la vacuna DTP en 2024. Entre ellos, se destacan 14.3 millones de niños que no han recibido ninguna dosis, conocidos como casos de “cero dosis”. Esta cifra excede en 4 millones la meta establecida para 2024 dentro de la Agenda de Inmunización 2030.
El director general de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha expresado su preocupación ante la situación actual, señalando que factores como la desinformación, los recortes presupuestarios y los conflictos armados amenazan con revertir décadas de progreso en la vacunación infantil. “Las vacunas salvan vidas y permiten prosperar a las familias, las economías y los países”, afirmó.
La desigualdad en el acceso a las vacunas es alarmante. De los 195 países analizados, 131 han mantenido una cobertura superior al 90% en la primera dosis de DTP desde 2019, pero solo 17 han logrado aumentar significativamente sus tasas de cobertura. En 47 países, los avances se han estancado o incluso retrocedido, incluyendo 22 naciones que previamente habían superado el 90%.
Uno de los hallazgos más preocupantes indica que el 50% de los niños sin vacunar viven en 26 países afectados por conflictos o crisis humanitarias, a pesar de representar solo una cuarta parte de la población infantil mundial. En estos países, el número de niños sin vacunar ha aumentado de 3.6 millones en 2019 a 5.4 millones en 2024.
Por otro lado, UNICEF ha reportado que en los 57 países de bajos ingresos que reciben apoyo de Gavi, se ha reducido en 600 mil la cifra de niños sin vacunas o con esquemas incompletos en el último año. Sin embargo, la organización advierte que el crecimiento poblacional y los conflictos siguen dificultando el acceso equitativo a los servicios de inmunización. La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, ha destacado que “varios millones de niños siguen sin protección contra enfermedades prevenibles, y eso debería preocuparnos a todos”.
El informe también señala avances en la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) y el sarampión. En 2024, se reportó una mejora del 4% en la cobertura global de la vacuna contra el VPH, alcanzando al 31% de las adolescentes elegibles, en comparación con el 17% registrado en 2019. En cuanto al sarampión, el 84% de los niños recibió la primera dosis y el 76% la segunda. No obstante, se subraya que la cobertura sigue por debajo del 95% necesario para evitar brotes.
En 2024, 60 países reportaron brotes importantes de sarampión, casi el doble que los 33 registrados en 2022. La OMS considera que esta situación evidencia una creciente vulnerabilidad frente a enfermedades prevenibles.
Ante esta crítica situación, tanto la OMS como UNICEF han hecho un llamado urgente a los gobiernos para que tomen acciones inmediatas que protejan a todos los niños. Las recomendaciones incluyen solucionar el déficit financiero para el próximo ciclo de Gavi (2026–2030), fortalecer la vacunación en contextos de conflicto y fragilidad, integrar la inmunización en los sistemas primarios de salud, combatir la desinformación con estrategias basadas en evidencia científica, e invertir en sistemas de monitoreo y vigilancia epidemiológica robustos.
La OMS ha concluido que, a pesar de la alta demanda comunitaria de vacunas, la combinación de financiamiento insuficiente, la inestabilidad global y la desinformación podrían poner en riesgo el objetivo de garantizar que ningún niño quede desprotegido frente a enfermedades prevenibles.
