La reciente publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del Real Decreto sobre la elaboración y dispensación de fórmulas magistrales con preparados estandarizados de cannabis ha generado un debate significativo en el ámbito de la salud. Aunque el decreto establece que la producción de estos medicamentos estará centralizada en los hospitales, se menciona una posible regulación futura que podría permitir la participación de las farmacias comunitarias.
El texto legal aclara que, si bien las farmacias no podrán elaborar estos preparados de manera habitual, podrán intervenir de manera excepcional en la dispensación domiciliaria de medicamentos que hayan sido preparados previamente en servicios de farmacia hospitalaria. Esta disposición ha suscitado reacciones mixtas entre los profesionales del sector.
Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, se han expresado preocupaciones sobre la decisión del Ministerio de Sanidad de limitar la producción y dispensación de estos medicamentos a entornos hospitalarios. Aseguran que no hay justificación sanitaria ni legal para restringir su acceso a las farmacias comunitarias, donde también se pueden elaborar con seguridad, al igual que otros medicamentos controlados.
El nuevo decreto, que consta de diez artículos y varias disposiciones adicionales, detalla las condiciones de prescripción, elaboración y dispensación de los preparados estandarizados de cannabis. Se establece un registro para estos preparados, así como un catálogo de definiciones relevantes para su correcta implementación.
Los artículos del decreto regulan aspectos como la fiscalización de los preparados, las obligaciones de los laboratorios farmacéuticos respecto a las normas de fabricación y distribución, y las condiciones necesarias para la prescripción por parte de médicos especialistas. Además, se requiere que los profesionales de la salud notifiquen cualquier reacción adversa relacionada con estos medicamentos al correspondiente centro de farmacovigilancia.
En resumen, mientras que el Real Decreto establece un marco regulatorio estricto, también deja entrever la posibilidad de que las farmacias comunitarias puedan participar en la elaboración de preparados de cannabis en el futuro, siempre bajo una normativa adecuada.