En León, Guanajuato, Luis Fernando Hernández ha transformado la tradicional cebadina al ofrecer más de 100 sabores y una versión sin azúcar, dirigida especialmente a personas con diabetes. Este innovador emprendedor, con más de 15 años de experiencia en la preparación de esta bebida, ha captado la atención de los leoneses y visitantes, quienes se sienten atraídos por su variedad y frescura.
Un viaje de sabor y creatividad
La historia de Luis Fernando comenzó cuando trabajaba en un negocio local llamado Descargue Estrella, donde ayudaba a un señor a vender cebadinas. En una visita a la Ciudad de México, observó a vendedores en el Zócalo que ofrecían café en termos. Inspirado, decidió adquirir un termo y comenzó a repartir diariamente 50 litros de cebadina por las calles de León. “Ni me pesaba cargar 50 litros diarios, me acostumbré”, compartió.
Con el tiempo, su pasión por la bebida lo llevó a innovar, creando sabores poco convencionales como tuti fruti, vino tinto, cajeta y coco con limón. La idea de ofrecer una cebadina sin azúcar surgió a raíz de las solicitudes de sus propios clientes, quienes querían disfrutar de esta refrescante bebida sin preocuparse por su salud.
La cebadina y su esencia leonesa
Ubicado en la calle Juárez, a pocos pasos del Palacio Municipal, su negocio se anuncia como “Cebadinas más de 100 sabores”. La cebadina, una bebida tradicional en León, está compuesta por ingredientes naturales como jamaica y tamarindo, a los cuales se les añade una cucharada de carbonato para crear ese efecto burbujeante característico. “La cebadina tradicional es una de las más vendidas, especialmente entre los visitantes”, destacó Luis Fernando.
Los precios son accesibles: un vaso pequeño cuesta 14 pesos, el mediano 15 pesos, el grande 17 pesos y el litro 40 pesos. Esta bebida no solo es refrescante, sino que también posee propiedades digestivas, lo que la convierte en la elección perfecta para quienes buscan un alivio del calor.
Una curiosidad interesante es que cada comerciante tiene su propia receta, lo que contribuye a la magia de los múltiples sabores que ofrece la cebadina. Luis Fernando asegura que todos sus clientes regresan por más, atraídos no solo por la variedad, sino por la calidad y el sabor único de sus preparaciones. “Cuando ven más sabores, siempre regresan por otro vaso”, concluyó.
En un mundo donde la salud es cada vez más importante, iniciativas como la de Luis Fernando no solo respaldan el comercio local, sino que también promueven alternativas más saludables y deliciosas para la población. Sin duda, la cebadina de León ha encontrado en él a un embajador que celebra su tradición mientras la reinventa para el futuro.
