El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró este lunes que el país está “más preparado” para una “lucha armada” en caso de sufrir una agresión por parte de Estados Unidos. Esta afirmación surge en medio de tensiones por el despliegue militar estadounidense en el mar Caribe, que según Maduro, busca propiciar un “cambio de régimen” en su gobierno.
Preparación militar en tiempos de tensión
Durante una rueda de prensa internacional, transmitida por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), el mandatario enfatizó que “hoy Venezuela tiene más poder nacional, está más unida y más preparada para preservar, en cualquier circunstancia, su independencia”. Aseguró que si el país fuera agredido, pasaría “inmediatamente” a la “lucha armada”.
“Ejerceríamos las acciones armadas en las localidades, en las regiones y en los lugares donde fuera necesario para enfrentar al grupo mercenario o al grupo yankee invasor”, explicó Maduro, dejando clara su postura ante lo que considera un ataque inminente. Si la agresión fuera generalizada, añadió, Venezuela declararía la “república en armas”.
La defensa legítima de Venezuela
El presidente venezolano subrayó que su país ejerce el “legítimo derecho a la defensa” frente a lo que describe como una “agresión” de Estados Unidos. En este contexto, mencionó que ocho barcos militares estadounidenses con misiles y un submarino nuclear están actualmente cerca de las costas venezolanas.
“No es una tensión, es una agresión en toda la línea”, afirmó. Maduro se refirió a las acciones judiciales y políticas de EE. UU. como parte de esta agresión, señalando que su gobierno enfrenta amenazas diarias.
Por su parte, la administración de Donald Trump ha acusado a Maduro de liderar el llamado Cartel de los Soles, una organización que considera terrorista y vincula con el narcotráfico. Esta acusación ha sido fundamental para justificar la movilización militar en la región y ha llevado a que la recompensa por información que permita la captura del líder chavista ascienda a 50 millones de dólares.
La situación en Venezuela continúa siendo tensa y el discurso beligerante de Maduro podría intensificar las fricciones con Estados Unidos, lo que plantea un escenario preocupante para la estabilidad en la región.