La hiperplasia benigna de próstata (HBP) se ha convertido en una de las patologías más comunes entre los hombres mayores de 60 años, afectando a cerca de tres millones de españoles. Esta condición, caracterizada por el crecimiento benigno de la glándula prostática, se estima que impacta al 40% de los varones en este grupo etario y hasta un 80% de aquellos que superan los 80 años. Sin embargo, lo alarmante es que muchos de estos hombres no son conscientes de que padecen esta enfermedad y atribuyen sus síntomas al proceso natural de envejecimiento.
Impacto en la calidad de vida
La HBP puede provocar serios problemas urinarios, dificultando la micción y alterando significativamente la calidad de vida de quienes la sufren. Según el doctor Juan I. Martínez-Salamanca, coordinador del Grupo de Andrología de la Asociación Española de Urología, es crucial un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado para evitar complicaciones severas como la retención de orina, insuficiencia renal y cálculos vesicales.
Aunque la HBP puede no presentar síntomas evidentes, muchos pacientes experimentan lo que se conoce como síndrome obstructivo urinario bajo. Este conjunto de síntomas puede incluir dificultad para iniciar la micción, necesidad de orinar con frecuencia, especialmente por la noche, y sensación de vaciado incompleto de la vejiga.
Opciones de tratamiento y diagnóstico
Para diagnosticar la HBP, se realizan diversas pruebas que ayudan a determinar la severidad de la condición. El tratamiento suele ser recomendado para aquellos que presentan una calidad de vida reducida debido a los síntomas o que corren el riesgo de progresión de la enfermedad a largo plazo. En casos donde los pacientes no toleran o no desean utilizar medicamentos, o cuando no hay una respuesta satisfactoria al tratamiento farmacológico, se sugiere la intervención quirúrgica.
El abordaje quirúrgico se vuelve necesario en pacientes que enfrentan complicaciones como el uso de sondas urinarias, sangrado o presencia de cálculos en la vejiga. Este tipo de intervención puede mejorar drásticamente la calidad de vida de los pacientes al aliviar los síntomas que la HBP provoca.
Por lo tanto, es esencial que los hombres mayores se informen sobre esta condición y consulten a un profesional de la salud si presentan síntomas relacionados. La prevención y el tratamiento adecuado son fundamentales para evitar que la HBP se convierta en un problema mayor que afecte su bienestar general.
