Más del 10 % de la energía eléctrica que se consume en Puerto Rico proviene de sistemas de placas solares instalados en techos, según un análisis del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA) publicado el 11 de septiembre de 2025. Este avance se debe a la creciente adopción de energías renovables como alternativa a la red eléctrica, la cual ha demostrado ser frágil y poco confiable.
Un cambio significativo en el consumo energético
De acuerdo con información proporcionada por LUMA, operador privado de la red eléctrica, hasta junio de 2025 se habían instalado cerca de 1.2 gigavatios en sistemas de placas solares en residencias y negocios bajo las regulaciones de medición neta. Esto significa que, anualmente, estos sistemas generarán más de 1.8 gigavatio-horas de electricidad, lo que representa aproximadamente el 10.3 % de toda la electricidad consumida en la isla.
Vale la pena resaltar que estas estadísticas no incluyen los sistemas desconectados de la red, lo que sugiere que la producción real de electricidad solar podría ser aún mayor. En los últimos cuatro años, la capacidad solar instalada ha crecido cinco veces, con un promedio de casi 3,200 sistemas solares conectándose a la red cada mes.
Retos y oportunidades para el futuro energético
Las constantes interrupciones del servicio y la amenaza de apagones masivos, como el ocurrido tras el paso del huracán María en 2017, son factores que han impulsado esta tendencia hacia la energía solar. Aproximadamente el 83 % de los sistemas solares en techos cuentan con almacenamiento de energía a través de baterías, permitiendo su operación durante apagones. Estas baterías no solo benefician a los usuarios, sino que también podrían servir de apoyo a la red eléctrica.
LUMA ha implementado un programa que compensa a los clientes con sistemas de almacenamiento, facilitando que la compañía despache parte de la energía que tienen almacenada de manera centralizada. Actualmente, el número de instalaciones residenciales supera las 163,000, lo que representa aproximadamente el 12 % del total de clientes residenciales en Puerto Rico.
A pesar de este avance hacia energías renovables, el Gobierno de Puerto Rico sigue apostando por la generación centralizada, favoreciendo la importación de combustibles fósiles por encima de las energías limpias. Este enfoque podría frenar el impulso hacia una mayor independencia energética y sostenibilidad en la isla.