El médico de San Pedro, un pequeño pueblo de la provincia de Albacete, se despide de sus pacientes después de casi 46 años de servicio. En una emotiva carta, Antonio González Cabrera reflexiona sobre su tiempo en la comunidad, donde llegó en enero de 1980 con una fuerte vocación y el deseo de ayudar a los demás.
González Cabrera recuerda su primera consulta, con una mesa que chirriaba y las miradas curiosas de los vecinos. Desde entonces, su vida se ha entrelazado con la de sus pacientes, atendiendo a múltiples generaciones de familias. A lo largo de los años, ha sido pediatra, geriatra, internista y, en ocasiones, improvisado enfermero, siempre priorizando el bienestar de sus pacientes.
El médico destaca que su permanencia en el pueblo no fue solo por un trabajo, sino por la confianza y el cariño que recibió de los habitantes. Aprendió que a veces, escuchar es tan importante como tratar una enfermedad. Los obsequios sencillos de los vecinos, como huevos frescos y productos de la huerta, le dejaron una profunda impresión, así como el agradecimiento de aquellos que, sabiendo que a veces no hay cura, apreciaban su compañía.
En su carta, González Cabrera agradece a la comunidad por abrirle las puertas de sus hogares y compartir sus secretos y miedos. Reconoce que, aunque la medicina ha cambiado y la vocación a veces se ve desplazada por las calificaciones, lo que realmente importa es el amor y la dedicación en el cuidado de los pacientes.
Afronta su jubilación con tranquilidad, sintiéndose afortunado por haber compartido tantas vivencias auténticas. Pide perdón a quienes no logró cumplir con sus expectativas, reafirmando su compromiso con la comunidad. Aunque se retira, aclara que no dice “adiós”, sino “hasta siempre”, ya que un médico que ha ejercido con dedicación nunca se aleja por completo de sus pacientes.
González Cabrera se despide con gratitud eterna, sabiendo que su legado permanecerá en la memoria de aquellos a quienes atendió. A pesar de su ausencia física, promete seguir presente en el eco de los pasillos del consultorio y en los recuerdos de la gente del pueblo.
San Pedro, 30 de septiembre de 2025
Antonio