Durante el Congreso ESMO 2025, se presentaron hallazgos sorprendentes que destacan el potencial de una nueva generación de agentes anticancerígenos conocidos como anticuerpos conjugados dirigidos (ADC). Estos tratamientos podrían cambiar radicalmente el pronóstico para las pacientes con cáncer de mama HER2 positivo en etapas iniciales.
Los ensayos clínicos de fase III DESTINY-Breast05 y DESTINY-Breast11, que se dieron a conocer en el simposio presidencial, sugieren que los ADC no son solo efectivos para casos avanzados, sino que podrían establecer nuevos estándares de tratamiento para aquellos en estadio temprano. “Es crucial contar con terapias que aseguren que las pacientes con cáncer de mama HER2 positivo en estadio temprano alcancen una respuesta patológica completa después de la terapia neoadyuvante”, afirmó Evandro de Azambuja del Instituto Jules Bordet en Bruselas.
El trastuzumab emtansina (T-DM1) es actualmente el único ADC aprobado para pacientes con enfermedad invasiva residual tras la terapia neoadyuvante y con alto riesgo de recaída. En el estudio DESTINY-Breast05, el trastuzumab deruxtecan (T-DXd) mostró una mejora del 53 % en la supervivencia libre de enfermedad invasiva en comparación con T-DM1, con un Hazard Ratio de 0,47. Además, T-DXd demostró una notable eficacia en la prevención de metástasis cerebrales, obteniendo un Hazard Ratio de 0,64 en comparación con T-DM1.
“El perfil de seguridad manejable y la eficacia superior de T-DXd sugieren que debería ser el nuevo tratamiento estándar para pacientes con cáncer de mama invasivo residual HER2 positivo tras terapia neoadyuvante”, comentó De Azambuja. Asimismo, el T-DXd demostró resultados prometedores en etapas tempranas del tratamiento en el ensayo DESTINY-Breast11, donde 927 pacientes con cáncer de mama temprano HER2 positivo recibieron el ADC antes de la cirugía.
Los ciclos de T-DXd, combinados con terapia estándar dirigida al HER2, resultaron en una tasa de respuesta patológica completa del 67,3 %, en comparación con el 56,3 % observado en el tratamiento convencional. “Además, el esquema T-DXd presentó un perfil de seguridad mejorado, con una reducción significativa de las toxicidades cardíacas”, agregó De Azambuja.
La relevancia de estos estudios es considerable, ya que establecen a T-DXd como una opción terapéutica fundamental para el cáncer de mama HER2 positivo en estadio temprano. Paolo Tarantino, del Instituto Oncológico Dana-Farber y la Facultad de Medicina de Harvard, enfatizó que esta nueva estrategia representa un cambio significativo en el enfoque hacia un tipo de cáncer que solía considerarse muy agresivo.
A medida que los ADC continúan transformando el tratamiento de múltiples cánceres metastásicos, su diseño y mecanismo de acción están elevando los estándares para tratamientos con intención curativa. Sin embargo, el uso de estas terapias también presenta retos, como la necesidad de definir cuidadosamente los perfiles de toxicidad y optimizar la dosificación y secuenciación de los tratamientos.
La presentación de los resultados en este congreso subraya el papel de ESMO como un catalizador del progreso en oncología a nivel mundial. Con la demostración de la superioridad de los ADC en contextos preoperatorios y posoperatorios, el futuro de la oncología parece prometedor, marcando el inicio de una nueva era en la selección de tratamientos y en la intervención temprana.
La comunidad científica espera que estos datos influyan de manera significativa en la investigación futura sobre ADC, destacando su potencial para reducir las tasas de recurrencia y mejorar la supervivencia en diversos tipos de cáncer.
