En medio del debate sobre la descertificación de Colombia en la lucha antidrogas, el presidente Gustavo Petro defendió la suspensión de extradiciones a narcotraficantes, citando la existencia de “procesos de paz avanzados”. Esta postura ha generado reacciones tanto a nivel nacional como internacional, especialmente por parte de Estados Unidos.
Descertificación y reacciones
La reciente descertificación de Colombia por parte del Gobierno de Donald Trump ha encendido las alarmas en el país cafetero. Aunque esta decisión no implica que Estados Unidos se retire de su apoyo, sí plantea un riesgo real sobre el futuro de esa colaboración. El embajador estadounidense en Colombia, John McNamara, señaló que la recuperación de la certificación depende de la reducción de cultivos ilícitos y la reanudación de las extradiciones.
“Pedimos restablecer con urgencia las extradiciones de narcoterroristas”, enfatizó McNamara, quien advirtió que esta medida es crucial para la seguridad de ambas naciones. La presión sobre Colombia es evidente, ya que en 2022 se reportó una caída en las incautaciones de narcóticos, del 54% al 39% respecto a años anteriores.
La defensa de Petro
A través de su cuenta de X, Petro respondió a McNamara, recordando que la ley colombiana permite suspender extradiciones en el marco de procesos de paz. “El presidente obedece la ley colombiana, no las órdenes de gobiernos extranjeros”, escribió Petro, defendiendo su postura ante las críticas.
Desde que asumió la presidencia, Petro ha firmado la extradición de hasta 400 presos, pero reveló que ha detenido tres casos por estar inmersos en procesos de paz. “Todos los extraditables a los que la Corte Suprema dio concepto favorable fueron extraditados”, aseguró el mandatario, dejando claro que su decisión se basa en la ley.
Durante un evento que promovía negocios entre Colombia y Estados Unidos, McNamara también participó en una reunión con empresarios, donde subrayó que las decisiones del Gobierno colombiano son fundamentales para el futuro de las relaciones entre ambos países. “El camino que elijamos tendrá profundas consecuencias para ambos”, advirtió.
La postura de Petro ha suscitado críticas de varios partidos políticos en Colombia, quienes han manifestado su desacuerdo con la dirección del Gobierno. En respuesta, Petro los calificó de “cipayos”, alegando que apoyan a un gobierno extranjero en lugar de a su propio país.
La situación actual refleja un claro dilema para Colombia: equilibrar las demandas internacionales con sus procesos internos de paz, un reto que podría definir su futuro en el ámbito internacional.
