La práctica de pilates ha sido objeto de muchas afirmaciones, especialmente la idea de que puede alargar y definir los músculos. Sin embargo, expertos en el campo han aclarado que esta creencia carece de fundamento científico. Según William Kraemer, profesor emérito del departamento de kinesiología de la Universidad de Connecticut, “tus músculos no pueden literalmente alargarse”, ya que su longitud está determinada por la genética.
A pesar de esto, el pilates puede influir en la apariencia física al reducir el porcentaje de grasa corporal, lo que puede dar la impresión de un cuerpo más tonificado. Este tipo de ejercicio se ha popularizado desde que Joseph Pilates introdujo su método en Nueva York en la década de 1930, ganando un seguimiento especial entre bailarinas profesionales, quienes lo consideraban útil para la rehabilitación y el alivio de dolores.
Las promesas de un “cuerpo de pilates” han sido utilizadas como estrategia de mercadotecnia, sugiriendo que la práctica de este ejercicio puede llevar a una figura similar a la de las bailarinas. Sin embargo, Shari Berkowitz, educadora de pilates, señala que muchas de las primeras practicantes ya eran naturalmente delgadas antes de comenzar con pilates.
El pilates es efectivo para aumentar la resistencia muscular, aunque generalmente no provoca un crecimiento significativo en el tamaño de los músculos. Carrie Lamb, fisioterapeuta y propietaria de un estudio de pilates, afirma que los ejercicios se realizan con una carga de ligera a moderada, lo que limita el aumento de masa muscular. Para el crecimiento muscular más considerable, se necesita un entrenamiento de fuerza más intenso, como el levantamiento de pesas.
Además, el pilates puede tener un impacto positivo en la postura, fortaleciendo los músculos del tronco y la espalda. Esto es especialmente relevante en una era donde muchas personas pasan largas horas frente a pantallas. Lamb aconseja a sus alumnos imaginar que hay “más espacio entre sus vértebras”, lo que puede ayudar a mantener una postura erguida.
En conclusión, aunque el pilates no transforma la longitud de los músculos, sus beneficios se reflejan en una mejor postura y fuerza general. Para quienes buscan aumentar su masa muscular, se recomienda combinar el pilates con entrenamiento de fuerza progresivo. Anne Brady, profesora de kinesiología, destaca que ambos tipos de ejercicio son complementarios y pueden facilitar un movimiento más ágil en la vida cotidiana.
