El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para 2026 marca un hito con un aumento del 86.8% en el gasto destinado al sector energético, alcanzando un total de 267,439 millones de pesos. Sin embargo, la falta de un desglose detallado sobre cómo se utilizarán estos recursos ha generado preocupación entre expertos y ciudadanos.
De acuerdo con el PPEF, 98.5% de este presupuesto, es decir, 263,513 millones de pesos, se destinará a gasto de inversión, pero la clasificación es tan general que solo se menciona que se aplicará en “inversión física y otros gastos de inversión” relacionados con la Articulación de la Política Energética y otras áreas. Esta ambigüedad ha llevado a especialistas a calificar este presupuesto como uno de los más opacos en años recientes.
Expertos advierten sobre la falta de transparencia
Gonzalo Monroy, socio director de la consultora GMEC, enfatiza que el proyecto carece de información específica sobre en qué proyectos se invertirá. “La opacidad es política de Estado”, afirmó, destacando que cada vez se proporciona menos información sobre el uso de recursos públicos. Anteriormente, era posible identificar qué campos o instalaciones recibirían financiamiento, pero ahora todo está consolidado en categorías tan generales que resulta imposible rastrear el gasto.
Monroy también mencionó que la dificultad para dar seguimiento se extiende a proyectos clave, como la refinería de Madero o las coquizadoras, que ahora se vuelven prácticamente irrastreables. Comparó la gestión de Luz Elena González, actual titular de la Sener, con la de Rocío Nahle, señalando que la política energética actual concentra más decisiones y es aún más opaca.
Cambios estructurales y su impacto
En 2023, el presupuesto ejercido por la Sener fue 4.5 veces menor que el proyectado para 2026. Además, la Sener ahora asume funciones que antes correspondían a los reguladores energéticos, como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), que aparecen con presupuesto de cero pesos en el PPEF 2026. En su lugar, se incluye a la Comisión Nacional de Energía, que tendrá 128 millones 611,318 pesos.
El especialista Ramsés Pech advirtió que esta opacidad también se debe a cambios estructurales tras la reforma energética. “No hay información suficiente para determinar cómo se gasta el dinero en Pemex, a pesar de que la empresa sigue presentando sus balances financieros por líneas de negocio”, explicó. La integración de Pemex y CFE en una sola empresa dificulta aún más la identificación del uso de recursos.
El caso del litio ejemplifica esta falta de claridad. Aunque el gobierno lo considera un insumo estratégico, la empresa Litio para México (Litio MX) recibiría apenas 13 millones 975,401 pesos en 2026, un aumento marginal respecto a los 12 millones 900,540 pesos de este año. Los recursos están etiquetados solo para “servicios personales”, cubriendo sueldos y prestaciones, lo que pone en duda la viabilidad de proyectos de exploración o producción.
La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que México investiga técnicas de extracción más puras y que Sener y Pemex trabajan para aumentar el valor comercial del litio. Sin embargo, los recursos asignados parecen insuficientes para convertir esas declaraciones en resultados concretos. A medida que el presupuesto energético de 2026 crece como nunca antes, la falta de detalle y la ausencia de transparencia plantean serias dudas sobre cómo se gastarán los fondos.