El Hospital Ramón y Cajal ha lanzado el proyecto Asfarma, que busca mejorar la atención a pacientes con asma grave durante el periodo 2022-2023. Este esfuerzo de la Farmacia Hospitalaria tiene como objetivo principal humanizar la atención a estos pacientes, desarrollando medidas que impacten positivamente en su salud.
El equipo liderado por Hilario Martínez Barros, farmacéutico del hospital, ha trabajado en la definición de una unidad de asma ideal que responda a las necesidades de los pacientes. Entre los resultados obtenidos, se destaca el diseño de un plan de acogida, considerado una de las prioridades del proyecto. Según Martínez Barros, este plan se basa en tres razones fundamentales: su fuerte componente emocional para los pacientes, la importancia de la relación entre paciente y profesional, y la necesidad de proporcionar información estructurada y adaptada a cada individuo.
Los hallazgos de esta iniciativa han sido publicados en la revista Farmacia Hospitalaria y están firmados por un equipo multidisciplinario que incluye a expertos en farmacología, alergología e investigación. La metodología empleada se centra en un diseño que prioriza las necesidades del usuario, involucrándolos en todo el proceso para asegurar que las soluciones sean funcionales y agradables.
El plan de acogida establece un proceso de incorporación controlada a la unidad, lo que implica contar con una estructura y protocolo comunes. Para lograrlo, se han definido tres ejes clave: la información que se proporcionará al paciente, la identificación de momentos cruciales durante la acogida, y el tipo de material que se entregará a los usuarios. El kit de aterrizaje, que incluye información y herramientas esenciales, y un diario del paciente para registrar su experiencia, son algunas de las soluciones que se implementarán.
El rol del farmacéutico es fundamental en el diseño y contenido del material que se proporcionará, especialmente en lo que respecta a la medicación, independientemente de su dispensación. Martínez Barros enfatiza que, aunque su participación puede no ser directa en los primeros contactos, el farmacéutico aporta un valor significativo al proceso de acogida.
La implementación del plan de acogida ha comenzado recientemente, con la incorporación de un grupo de pacientes para llevar a cabo un estudio de validación que incluirá a un número significativo de personas. Este esfuerzo busca ofrecer una respuesta más eficaz a los pacientes que llegan al servicio con desafíos en el control de su asma, que representa aproximadamente el 3-4% de la población asmática. A futuro, se espera que los resultados validen la necesidad de este programa, contribuyendo a una transformación que priorice el bienestar del paciente.