En la séptima conferencia del ciclo “Diez temas que marcarán el futuro de la sanidad”, celebrada en Madrid, se abordaron los desafíos éticos en el ámbito de la salud y la tecnología. Expertos, entre ellos Laura Palazzani, miembro del International Bioethics Committee de la UNESCO, discutieron si todo lo que la tecnología permite hacer debe hacerse.
Palazzani enfatizó que la bioética no debe frenar el avance científico, sino acompañarlo desde su diseño. Según sus palabras, la clave radica en anticipar riesgos, proteger a los pacientes y construir consensos que eviten la polarización y el “turismo bioético”.
La experta planteó la pregunta fundamental: “¿Cualquier cosa que pueda hacerse, debe hacerse?”. Resaltó que es importante establecer límites y requisitos no para detener la tecnología, sino para garantizar la protección del paciente y mantener la confianza en el acceso equitativo a tratamientos. Reconoció que algunos científicos pueden ver los límites como obstáculos, pero sostuvo que la ética es esencial para aplicar la tecnología de manera adecuada.
Durante el evento, Federico de Montalvo, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Pontificia Comillas, dirigió el coloquio y subrayó la necesidad de un enfoque deliberativo ante los cambios que la sociedad enfrenta. Montalvo formuló preguntas clave sobre lo que podemos y queremos hacer, así como lo que debemos hacer en el campo de la salud.
La ética, según Montalvo, genera confianza en la sociedad y es fundamental para abordar problemas complejos. En este sentido, destacó que la bioética debe adaptarse a los desafíos contemporáneos, como la inteligencia artificial, y sugirió volver a los principios clásicos de autonomía, justicia, beneficencia y no maleficencia.
José Antonio Seoane, catedrático de Filosofía del Derecho, también participó, argumentando que la ética debe preceder a las decisiones sociales. Advirtió sobre el peligro de la “fuerza normativa de lo fáctico”, donde la mera posibilidad técnica de algo se convierte en exigible. Seoane abogó por un diálogo continuo para garantizar que se ponderen adecuadamente los derechos y la confianza en el contexto clínico.
Por su parte, Elia Martínez, presidenta de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, centró su intervención en la crisis del cuidado y el envejecimiento. Martínez destacó la falta de formación adecuada y el estigma asociado a la atención al final de la vida, señalando que una mejor educación podría ayudar a enfrentar estos desafíos.
El evento, que contó con el apoyo de patrocinadores como AbbVie, Amgen y Novartis, sirvió como un espacio para reflexionar sobre cómo la ética puede guiar el desarrollo de nuevas tecnologías en salud, promoviendo un enfoque que priorice la dignidad y el bienestar del paciente.