La salud cerebral es un aspecto crucial que a menudo se pasa por alto en la vida cotidiana. En Guadalajara, Jalisco, el neurocirujano y docente de neurología en la Universidad Autónoma de Guadalajara, José Guadalupe Esparza Rodríguez, advierte sobre el creciente riesgo de enfermedades cerebrales degenerativas, como la demencia, a medida que la población envejece. Según Esparza, después de los 85 años, una de cada tres personas puede desarrollar demencia, un fenómeno que se atribuye en parte a la mayor esperanza de vida en comparación con generaciones anteriores.
El doctor Esparza explica que el cerebro, al igual que cualquier otro órgano del cuerpo, experimenta un proceso de envejecimiento. “Cuando una persona llega a una edad avanzada, es probable que presente alguna disfunción. Por eso, es fundamental adoptar hábitos que puedan retrasar este proceso”, señala. La importancia de cuidar la salud cerebral es comparable a la de mantener una buena salud física, y esto implica no solo una buena alimentación y ejercicio regular, sino también una adecuada higiene del sueño.
Además, el neurocirujano enfatiza que el cerebro requiere estimulación mental constante. Actividades como juegos de estrategia, lecturas diarias, y la práctica de nuevos idiomas son esenciales para mantener la mente activa. Esparza también alerta sobre los efectos negativos del consumo excesivo de alcohol y drogas, que pueden acelerar el deterioro cognitivo.
“Mejorar tus hábitos puede hacer que el deterioro que se está presentando sea menor o se desarrolle de forma más lenta”, afirma el especialista. Su mensaje es claro: siempre hay tiempo para adoptar un estilo de vida saludable, que incluye alimentarse bien, dormir adecuadamente, dejar de fumar y practicar ejercicio.
En la actualidad, la relación con las pantallas se ha vuelto omnipresente, lo que genera preocupación. Según Esparza, el tiempo excesivo frente a dispositivos móviles o computadoras puede causar fatiga mental y problemas de atención. Por ello, recomienda limitar el uso de estas tecnologías y buscar formas alternativas de estimulación mental que no dependan de luces brillantes o videos.
Estar alerta a los signos de advertencia de una posible enfermedad cerebral es crucial. Los síntomas pueden variar según el tipo de padecimiento, pero algunos de los más comunes son dolores de cabeza persistentes, falta de atención, deterioro cognitivo progresivo, debilidad en alguna parte del cuerpo, así como sentimientos constantes de estrés y ansiedad.
Esparza menciona algunas enfermedades cerebrales comunes en diferentes grupos de edad. En los jóvenes, se destacan la epilepsia, las migrañas y el déficit de atención. En adultos mayores, la demencia, que incluye el Alzheimer, la demencia vascular y el Parkinson, son más frecuentes. Aunque muchos de estos trastornos tienen un componente genético, Esparza subraya que muchos son prevenibles. Por ejemplo, la epilepsia puede surgir como secuela de un golpe en la cabeza.
La alimentación juega un papel esencial en la salud del cerebro. Incorporar alimentos como avena, nueces, apio, moras, salmón y legumbres puede ser beneficioso para mantener la función cognitiva en buen estado. Adoptar una dieta rica en nutrientes y antioxidantes es una de las estrategias más efectivas para cuidar del cerebro.
En conclusión, la salud cerebral merece atención y cuidado, especialmente a medida que las personas envejecen. Cambiar hábitos de vida, mantenerse mentalmente activo y estar alerta a los signos de deterioro son pasos fundamentales para preservar la salud del cerebro. La información y la educación son herramientas poderosas para enfrentar los desafíos que conlleva el envejecimiento, permitiendo a las personas disfrutar de una calidad de vida óptima en sus años dorados.
