El próximo año, España enfrentará un alarmante aumento en los diagnósticos de cáncer hematológico, con una proyección de 27.929 nuevos casos, según el último informe presentado por la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN) y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH).
Esta cifra se reveló en una rueda de prensa celebrada en septiembre, mes dedicado a la concienciación sobre el cáncer sanguíneo. En el evento, participaron destacados expertos como Ma Victoria Mateos, presidenta de la SEHH, y Rafael Marcos-Gragera, coordinador del grupo de investigación HematoREDECAN.
El informe destaca que este tipo de cáncer representará el 10% de todos los nuevos diagnósticos en el país, colocándose como el quinto tipo más común, después del cáncer de mama, pulmón, próstata y colon. “Los tumores hematológicos están en aumento y es crucial tomar medidas de prevención y tratamiento”, comentó Ma Victoria Mateos.
Los datos analizados abarcan el período de 2009 a 2018 e incluyen tanto la población general como la infantil. Según las proyecciones, las neoplasias linfoides serán las más frecuentes, con un total de 19.756 nuevos casos, lo que equivale al 67,9% del total de diagnósticos de cáncer hematológico. Dentro de este grupo, las neoplasias de células B maduras se destacan, representando el 78% de los casos.
Además, el informe menciona que las neoplasias mieloides constituirán el 31,8% de todos los cánceres sanguíneos, con 7.953 nuevos diagnósticos. Las neoplasias mieloproliferativas son las más comunes en este grupo, seguidas de los síndromes mielodisplásicos y la leucemia mieloide aguda.
En cuanto a la población infantil, se prevé que se diagnostiquen 447 nuevos casos de cáncer hematológico en 2026, de los cuales 285 serán leucemias y 162 linfomas. Es importante señalar que se diagnosticará un mayor número de casos en niños en comparación con niñas.
La supervivencia global para los cánceres hematológicos durante el período analizado se sitúa en un 63%, siendo más favorable en mujeres y en grupos de edad más jóvenes. Las neoplasias linfoides muestran un mejor pronóstico que las mieloides, con tasas de supervivencia más altas en los linfomas de Hodgkin y las neoplasias de células B maduras.
Este informe subraya la necesidad de atención y recursos en el campo de la hematología, así como la importancia de la detección temprana y el tratamiento efectivo para mejorar los resultados en los pacientes diagnosticados.