El temblor esencial es una afección que afecta a un 6% de los mayores de 60 años en México, y aunque no es una enfermedad neurodegenerativa como el Parkinson, sí puede impactar notablemente la calidad de vida de quienes lo padecen. A diferencia de lo que muchos piensan, el temblor no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Se presenta en personas más jóvenes y puede ser hereditario, aunque no se han identificado genes concretos en la mayoría de los casos.
¿Qué es el temblor esencial?
El temblor esencial se manifiesta principalmente en las manos al realizar alguna acción, lo que puede dificultar actividades cotidianas como escribir, comer o incluso maquillarse. En algunos casos, los pacientes también pueden experimentar temblor en la voz o en la cabeza. Esta condición es el resultado de una disfunción en los circuitos neuronales que regulan el movimiento, específicamente en el núcleo ventral intermedio del tálamo.
Tratamientos disponibles y avances recientes
Históricamente, los tratamientos han incluido medicamentos como betabloqueantes y antiepilépticos, aunque estos a menudo no son suficientes para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, un avance significativo es el uso del sistema HIFU (ultrasonido focalizado de alta intensidad), que permite tratar el temblor de manera mínimamente invasiva. Este procedimiento implica el uso de ultrasonidos para lesionar las neuronas afectadas sin necesidad de cirugía craneal abierta.
Durante el tratamiento, el paciente está despierto y colaborando, lo que permite un enfoque más personalizado. La intervención puede llevarse a cabo en una resonancia magnética, donde se aplican ultrasonidos dirigidos que calientan el tejido cerebral afectado, eliminando progresivamente el temblor. Uno de los beneficios más destacados de este método es que los pacientes suelen experimentar una mejora inmediata y pueden recibir el alta a las 24 horas.
Es importante que quienes experimenten síntomas de temblor esencial no se resignen a vivir con esta condición. Consultar a un especialista, como la doctora María Cruz Rodríguez Oroz, directora del Departamento de Neurología de la Universidad de Navarra, puede ser un primer paso crucial hacia una mejor calidad de vida. No hay que olvidar que buscar soluciones personalizadas es fundamental para manejar esta patología efectivamente.