Un reciente estudio ha evidenciado que los trabajadores nocturnos presentan un riesgo significativamente mayor de desarrollar cálculos renales. Según la investigación publicada en la revista Mayo Clinic Proceedings, aquellos que laboran en turnos irregulares tienen entre un 15% y un 22% más de probabilidades de sufrir esta condición, especialmente si son jóvenes o desempeñan funciones de escritorio.
El análisis, liderado por el epidemiólogo Yin Yang de la Universidad de Sun Yat-sen en China, encontró que el riesgo se incrementa en un 22% para quienes trabajan específicamente en turnos nocturnos. “Estos hallazgos subrayan que el trabajo por turnos debería considerarse un factor de riesgo para la formación de cálculos renales, lo que resalta la urgencia de implementar estilos de vida saludables para prevenir esta condición en los trabajadores”, afirmó Yang.
Los cálculos renales son formaciones duras que se producen en el riñón a partir de sustancias químicas presentes en la orina. Según la Fundación Nacional del Riñón, estos pueden generar un dolor intenso tanto dentro del riñón como al ser expulsados durante la micción. El Dr. Felix Knauf, nefólogo en la Clínica Mayo, acompañó el estudio con un editorial donde enfatiza que los síntomas de los cálculos renales pueden ser silenciosos o causar complicaciones severas que requieran hospitalización.
En este estudio se analizaron datos de más de 220,000 participantes del Biobanco del Reino Unido. A lo largo de un seguimiento de casi 14 años, cerca de 2,900 de ellos desarrollaron cálculos renales. Se encontró que quienes trabajaban en turnos distintos al habitual, de 9 a 5, tenían un aumento del 15% en el riesgo, mientras que aquellos que frecuentemente laboraban en estos horarios experimentaban un incremento del 19% en comparación con aquellos que no realizaban turnos nocturnos.
Los investigadores también asociaron un mayor riesgo de cálculos renales con factores como el tabaquismo, la falta de sueño, un estilo de vida sedentario, un índice de masa corporal (IMC) elevado y una baja ingesta de líquidos. El Dr. Knauf añadió que el impacto del trabajo nocturno en el ciclo de sueño-vigilia, conocido como ritmos circadianos, también podría contribuir a este riesgo aumentado.
“El reloj biológico regula sistemas que mantienen el equilibrio hídrico y la química del cuerpo”, explicó. “Por lo tanto, el efecto del trabajo por turnos en la formación de cálculos renales se debe, al menos en parte, a su efecto desestabilizador en los ritmos circadianos”. Knauf destacó la importancia de investigar iniciativas destinadas a mitigar los factores de riesgo asociados a esta condición, incluyendo mayor flexibilidad en los horarios laborales.
Yang coincidió en que promover hábitos saludables entre los trabajadores por turnos podría tener un impacto significativo en su salud urológica. “Las iniciativas de salud en el trabajo pueden incluir programas educativos que subrayen la importancia de una adecuada gestión del peso, incremento en la ingesta de líquidos, hábitos de sueño saludables, reducción de comportamientos sedentarios y cesación del tabaquismo”, concluyó Yang. “Estas medidas pueden ayudar a contrarrestar los efectos adversos del trabajo por turnos en la formación de cálculos renales y, en consecuencia, mejorar la salud de los trabajadores”.
Para más información, el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales ofrece recursos sobre los cálculos renales.