El Boletín Oficial de la Región de Murcia ha dado a conocer la firma de un nuevo convenio marco entre la Consejería de Salud y el Colegio Oficial de Farmacéuticos. Este acuerdo representa un significativo avance en el reconocimiento de la farmacia comunitaria como un establecimiento sanitario esencial en el sistema de salud pública. Reemplazando el convenio anterior firmado en 2016, el nuevo documento establece un compromiso renovado para optimizar la contribución de este sector, tanto en el ámbito de los conocimientos científicos como en la atención directa a la población.
El convenio subraya la necesidad de una evolución en la sanidad moderna, destacando que esta debe ir acompañada de una atención globalizada y multidisciplinaria. Según el texto, es crucial que todos los profesionales sanitarios colaboren de manera coordinada para alcanzar un objetivo común: mejorar la salud de la comunidad.
En su estructura, el nuevo acuerdo se articula en torno a tres ejes fundamentales. Uno de los más destacados es la potenciación de la consideración de la oficina de farmacia como establecimiento sanitario. Esto implica que las farmacias no solo se encargarán de la dispensación de medicamentos, sino que también se integrarán activamente en el sistema de atención primaria, fomentando el uso racional de los medicamentos y participando en el cuidado de la salud pública.
Además, se reconoce la importancia de la prestación colaborativa, que será de carácter voluntario. Esta modalidad permitirá a los farmacéuticos trabajar junto a otros profesionales de la salud en diversas áreas, como el seguimiento farmacoterapéutico, el autocontrol de parámetros biológicos y el apoyo en tratamientos iniciales. En este sentido, se establece una colaboración específica con la Escuela de Pacientes, una iniciativa de la Fundación para la Formación e Investigación Sanitarias de la Región de Murcia, que busca capacitar a los ciudadanos en la gestión de su salud.
El convenio también incluye una prestación complementaria, abierta a todas las oficinas de farmacia, que les permite participar en actividades de salud pública. Estas actividades abarcan desde la identificación de factores de riesgo cardiovascular hasta programas de mantenimiento con metadona, así como apoyo y formación a escuelas y entidades asociativas. Este enfoque integral busca empoderar a los farmacéuticos en su rol dentro del sistema de salud, ampliando así su alcance y capacidad de intervención.
Finalmente, el nuevo convenio no solo se enfoca en la atención al paciente, sino que también promueve el desarrollo continuo de la atención farmacéutica. Se contempla la necesidad de fomentar y promocionar actividades de formación, tanto a nivel de grado como de postgrado, así como en la formación continua e investigación de los profesionales que operan en las oficinas de farmacia. Este compromiso con la educación y la actualización profesional es clave para garantizar la calidad en la atención que se ofrece a la población.
En resumen, el acuerdo firmado en Murcia marca un paso importante hacia la integración de las farmacias comunitarias en el sistema de salud, reconociendo su papel fundamental en la promoción de la salud y el bienestar de la comunidad. A medida que avanza la implementación de este convenio, se espera que las farmacias se conviertan en aliados aún más relevantes en la atención sanitaria, beneficiando tanto a los pacientes como a la estructura del sistema de salud en su conjunto.