Investigadores han identificado que un medicamento puede aumentar la esperanza de vida de niños diagnosticados con un raro cáncer de huesos. Estos hallazgos se centran en el pazopanib (Votrient), un fármaco que ha mostrado eficacia en un pequeño grupo de pacientes con sarcoma de Ewing, un tipo de tumor maligno que afecta los huesos.
El estudio, publicado en la revista Frontiers in Oncology, destaca que, mientras se continúan buscando nuevas alternativas terapéuticas, el pazopanib podría ser utilizado para mejorar los resultados en pacientes que se encuentran en una situación de alto riesgo. “Este enfoque abre la puerta a la implementación de terapias dirigidas en fases más tempranas de la enfermedad, lo que podría resultar en una mejora en la supervivencia y en la calidad de vida de los pacientes”, comentó la investigadora principal, Anna Raciborska, quien dirige el departamento de oncología en el Instituto Materno Infantil de Varsovia.
Los datos indican que menos del 25 por ciento de los niños con sarcoma de Ewing avanzado logran sobrevivir más de cinco años tras el diagnóstico. Sin embargo, los investigadores creen que el pazopanib, que originalmente fue desarrollado para tratar el cáncer de riñón, podría ser eficaz en la lucha contra este tipo de tumor. “El pazopanib es una píldora que impide que el tumor forme nuevos vasos sanguíneos, los cuales son esenciales para su supervivencia y propagación”, explicó Raciborska. “Al interrumpir este “suministro de sangre”, el medicamento probablemente debilita los tumores y los hace más vulnerables a la quimioterapia y la radioterapia. Esto puede ayudar a frenar la progresión de la enfermedad y mejorar la efectividad de los tratamientos existentes”.
Entre 2016 y 2024, un grupo de 11 niños, con edades comprendidas entre los 5 y 18 años, recibió pazopanib en combinación con tratamientos estándar que pueden incluir quimioterapia, cirugía, radioterapia o trasplantes de células madre. Los resultados mostraron que aproximadamente el 86 por ciento de estos niños sobrevivieron al menos dos años después de su diagnóstico, y alrededor del 68 por ciento no experimentaron una progresión de su enfermedad.
En la actualidad, 10 de los niños continúan vivos, y seis de ellos siguen recibiendo pazopanib. Lamentablemente, uno de los pacientes ha visto progresar su cáncer, y dos han sufrido recaídas. A pesar de esto, los efectos secundarios del medicamento han sido mínimos, según indicaron los investigadores.
Aunque los resultados son prometedores, los autores del estudio enfatizan la necesidad de más investigación para validar estos hallazgos. El sarcoma de Ewing es tan poco común que reclutar suficientes pacientes para ensayos clínicos más amplios puede resultar complicado. “Si bien los resultados son alentadores, se requieren ensayos controlados más grandes antes de poder alterar las prácticas estándar”, concluyó Raciborska. “Nuestro estudio podría sentar las bases para el desarrollo de ensayos clínicos prospectivos y multicéntricos que confirmen estos resultados esperanzadores, aunque esto demandará un esfuerzo considerable y recursos”.
Para obtener más información sobre el sarcoma de Ewing, se puede consultar a la Sociedad Americana Contra el Cáncer.































































