Una histórica normativa ha sido derogada en España, permitiendo que las personas con infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) puedan donar órganos a receptores con la misma condición. Publicada este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), la nueva orden elimina restricciones vigentes desde 1987, abriendo una vía significativa para ampliar la disponibilidad de órganos para trasplantes.
El Ministerio de Sanidad, impulsado por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), ha liderado este cambio que responde a una demanda histórica de la comunidad médica y de los afectados por el VIH. Según datos de la ONT, en la última década, 65 fallecidos con VIH podrían haber sido donantes, posibilitando hasta 165 trasplantes, de no haber existido la limitación normativa.
Un cambio en la perspectiva médica
Durante los años ochenta y noventa, el trasplante de órganos en personas con VIH era considerado de alto riesgo. Sin embargo, el avance en la terapia antirretroviral ha cambiado el pronóstico de la infección, permitiendo que, desde principios de siglo, se realicen trasplantes con resultados alentadores. En España, esto se reflejó en el Documento de Consenso Nacional de 2005, adoptado por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y la ONT.
Hasta diciembre de 2024, en España se realizaron 311 trasplantes de riñón, 510 de hígado, 11 de pulmón, 10 de corazón y 1 de páncreas-riñón en pacientes con VIH, todos con buenos resultados. Este avance ha sido posible gracias a los nuevos tratamientos antirretrovirales, que no interfieren con la terapia inmunosupresora, y al control de la coinfección por el Virus de la Hepatitis C mediante antivirales de acción directa.
Internacionalización y seguridad del trasplante
El trasplante de órganos entre personas con VIH comenzó en 2008 en Sudáfrica, marcando un precedente que se extendió a Europa y Estados Unidos. En 2013, la promulgación de la Ley HOPE en Estados Unidos permitió estos trasplantes en el marco de estudios clínicos. La evidencia mostró resultados similares entre trasplantes de donantes VIH positivos y negativos, lo que llevó a la aceptación de esta práctica en la clínica habitual en 2024.
Con la derogación de la norma de 1987, España se une a estos avances, permitiendo que cualquier persona con VIH pueda ser donante de órganos, si así lo desea. Este cambio no solo incrementa la disponibilidad de órganos, sino que también representa un paso adelante en la lucha contra el estigma social asociado con el VIH, tal como lo destacó la ministra de Sanidad, Mónica García, en sus recientes declaraciones.