La portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, inauguró las jornadas ‘Presente y futuro del sistema sanitario español’, donde exigió un sistema de salud nacional, unificado y libre de ideología, argumentando que la sanidad debe ser un eje de cohesión nacional y un baluarte de la “cultura de la vida”. Millán criticó las políticas actuales que, a su juicio, han generado “desánimo y desesperanza” entre los profesionales, quienes carecen de “estabilidad, oportunidades y reconocimiento”.
Demandas de un sistema de salud más equitativo
En este contexto, la portavoz hizo un llamado a eliminar las desigualdades que ha creado el modelo autonómico, señalando que ha generado “desigualdades intolerables” en el acceso a servicios de salud. Millán abogó por una mayor colaboración entre el sector público y privado, además de enfatizar la importancia de la investigación y la retención de talento médico: “No podemos resignarnos a que nuestros mejores profesionales se marchen al extranjero”.
En cuanto a la ética y los valores en la sanidad, Millán fue contundente al afirmar que “ningún recurso público debe destinarse al aborto”, mientras que sí se debe reforzar la atención en paliativos y enfermedades raras. “La misión de la sanidad es cuidar, acompañar y sanar, no eliminar vidas en su etapa más vulnerable”, concluyó.
Por su parte, David García, portavoz de Sanidad en el Congreso, acusó a la izquierda de haber convertido la sanidad en un campo de batalla ideológico, “instalando comisarios políticos en hospitales y centros de salud”. García también denunció la fuga de médicos jóvenes y la tardanza en el acceso a medicamentos innovadores, que puede tardar “600 días desde la aprobación europea”.
Críticas a la gestión sanitaria actual
El cierre de la jornada estuvo a cargo de María García Fuster, quien reclamó un Ministerio de Sanidad “potente”, con técnicos cualificados y competencias reales, ante lo que considera una situación de “vacío”. García Fuster destacó la necesidad de “cuidar a los que nos cuidan” con un estatuto médico, recordando que “la vocación no da de comer”. Además, alertó sobre la penetración de la ideología woke en los hospitales, denunciando términos como “violencia obstétrica” que, según ella, criminalizan a los profesionales.
Durante el foro, se discutieron diversas problemáticas bajo títulos como ‘Consecuencias del progresismo y globalismo en el sistema sanitario español’ y ‘Sanidad, ¿cuestión de territorio?’. La diputada Lourdes Méndez Monasterio argumentó que las leyes de aborto y eutanasia han quebrantado la esencia del sistema sanitario, cuyo fin es “preservar la vida y curar al enfermo”.
En este sentido, la diputada Rocío de Meer defendió que Vox es la única formación que se atreve a abordar debates “proscritos” en la sanidad, como el aborto y la eutanasia. También denunció la desigualdad en el acceso a medicamentos y los tiempos de espera, calificándolo de “discriminación”.
Desde Aragón, el portavoz de Vox en las Cortes, Santiago Morón, describió un sistema “al borde del colapso” y atribuyó la crisis a un modelo territorial que ha dejado al Ministerio de Sanidad “vacío”. En su comunidad, denunció listas de espera quirúrgicas que superan los 180 días y abogó por la centralización de compras de medicamentos, que generan un sobrecoste de más de 10 millones de euros anuales.
En Madrid, la portavoz de Sanidad, Ana Cuartero, centró sus críticas en la atención primaria y el control de clínicas abortistas, recordando que en 2023 se realizaron 17,800 abortos en la región. Alertó sobre la saturación de equipos de paliativos y la necesidad de abrir 31 nuevos centros de salud.
Finalmente, Jorge Buxadé, jefe de la delegación de Vox en el Parlamento Europeo, arremetió contra la Organización Mundial de la Salud, calificándola de “chiringuito burocrático”. Criticó la falta de transparencia en la gestión de la pandemia de COVID-19 y el concepto de One Health, que considera inadecuado para la legislación sanitaria de cada país.
Las jornadas de Vox han puesto sobre la mesa una serie de propuestas que buscan redefinir el enfoque de la sanidad en España, insistiendo en la necesidad de priorizar la salud de los ciudadanos nacionales en un contexto de creciente preocupación por las desigualdades en el acceso a la atención médica.
