Los abogados de Luigi Mangione, quien enfrenta cargos de asesinato y acoso interestatal, han solicitado a un juez federal en Nueva York que impida que la fiscalía pida la pena de muerte contra su cliente. Mangione, de 27 años, es acusado de asesinar al presidente ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, en un incidente ocurrido el 4 de diciembre de 2024.
En su defensa, los abogados argumentaron que se cometieron irregularidades durante el proceso judicial que habrían violado los derechos de Mangione. En un documento presentado ante el tribunal, señalaron que funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos organizaron un “paseo del delincuente”, donde Mangione fue exhibido públicamente al ser trasladado esposado desde un helicóptero hacia su primera comparecencia.
La defensa califica este acto como “deshumanizador e inconstitucional”, afirmando que generó un prejuicio considerable contra el acusado. Según su moción, estas acciones afectaron la percepción del caso desde el principio, influyendo hasta en la votación del gran jurado el 17 de abril de 2025.
Mangione se declaró inocente del asesinato de Thompson, quien fue tiroteado al salir de un hotel en Manhattan, donde había asistido a una conferencia sobre inversiones. Este asesinato ha generado gran conmoción en el ámbito empresarial y político de Estados Unidos.
A pesar de la condena inmediata del asesinato por parte de funcionarios públicos, ha surgido una opinión pública que muestra simpatía por Mangione. Algunos sectores argumentan que comparten su frustración frente a los elevados costos de atención médica y el poder de las aseguradoras para negar tratamientos necesarios.
El caso también ha sido vinculado con el aumento de la violencia política en el país, especialmente tras incidentes recientes, como el ataque sufrido por el activista conservador Charlie Kirk, quien resultó gravemente herido en un debate universitario.
En cuanto a la postura de la fiscalía, la juez de distrito Margaret Garnett tiene el caso en sus manos. La fiscal general Pam Bondi había solicitado que se mantuviera la pena de muerte como opción, describiendo el asesinato de Thompson como un “crimen premeditado” que impactó a la nación.
La defensa sostiene que la fiscalía no cumplió con los procedimientos adecuados al hacer pública su solicitud sin una investigación exhaustiva y sin permitir que los abogados de Mangione presentaran objeciones previas.
El juez Gregory Carro desestimó los cargos de terrorismo contra Mangione por falta de pruebas, pero mantuvo los cargos de asesinato en segundo grado y posesión de armas.
La fiscalía de Manhattan tiene hasta el 31 de octubre de 2025 para justificar ante el tribunal por qué la pena de muerte debe seguir considerándose en caso de que Mangione sea declarado culpable. La decisión de la juez Garnett sobre esta moción será crucial en uno de los casos más observados en Estados Unidos, dada su relevancia en la industria de la salud y el debate en torno a la aplicación de la pena capital en delitos con connotaciones políticas y sociales.
