El juicio contra el hombre acusado de intentar asesinar a Donald Trump llegó a un hito significativo este lunes, cuando el acusado, Ryan Routh, finalizó su defensa sin presentar su testimonio. Routh, un trabajador de la construcción de 56 años originario de Carolina del Norte, decidió representarse a sí mismo a pesar de las advertencias de la jueza.
Durante la audiencia, Routh llamó a tres testigos, incluidos amigos, para respaldar su alegato de inocencia ante los cinco cargos que enfrenta, entre ellos el intento de asesinato y otros delitos relacionados con armas. Uno de los testigos fue presentado como experto en armas, y se le preguntó sobre la supuesta posición del rifle que Routh habría utilizado en el crimen.
Las intervenciones de Routh fueron interrumpidas en varias ocasiones por la jueza, quien le recordó que debía ceñirse a las reglas del tribunal. En una audiencia anterior, la magistrada le había ordenado que guardara silencio tras hacer referencias inapropiadas a figuras históricas y contemporáneas como Adolf Hitler y Vladimir Putin, lo que llevó a la jueza a calificar sus palabras como una falta de respeto hacia la dignidad del tribunal.
La situación se complica aún más por el contexto del caso, ya que el intento de asesinato de Routh ocurrió dos meses antes de que Trump enfrentara otro incidente similar durante un mitin en Pensilvania. Además, el proceso judicial coincide con el luto por el asesinato de Charlie Kirk, un activista cercano a Trump, en medio de un renovado debate sobre la violencia política en Estados Unidos.
Las autoridades anticipan que el juicio concluirá antes del 1 de octubre, marcando un momento crítico en un caso que ha captado la atención nacional.