Alumnos del Colegio de Bachilleres 20 han expresado su temor ante la posibilidad de un ataque armado, tras la rápida viralización de amenazas en redes sociales. Estas amenazas surgieron como respuesta a un incidente donde un estudiante fue apuñalado. Un padre de familia, según lo reportado, afirmó que estaba reuniendo a un grupo para atacar a la comunidad del plantel.
El mensaje intimidante indicaba que no haría distinción entre estudiantes, profesores o policías durante el ataque, afirmando que su grupo, que llegaría armado, causaría estragos en la institución. Este nivel de violencia ha dejado a muchos estudiantes con una profunda preocupación sobre su seguridad.
El conflicto se intensificó tras una riña ocurrida el 12 de septiembre entre estudiantes del Bachilleres 20 y el Centro de Estudios Tecnológicos Industrial y de Servicios (CETIS) No. 10, donde un joven resultó herido. La situación escaló rápidamente cuando amigos de la víctima intervinieron, lo que generó un clima de tensión que se extendió a otros planteles como el 4 “Culhuacán”, 10 “Aeropuerto” y 6 “Vicente Guerrero”. Esto ha provocado un miedo generalizado dentro de la comunidad estudiantil del Bachilleres.
Desde el 16 de noviembre de 2023, el Colegio de Bachilleres ha estado en huelga, lo que ha dejado a casi 100 mil alumnos sin clases. En respuesta a las amenazas, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC CDMX) ha establecido vigilancia en las instalaciones del Bachilleres 20 y otros planteles para asegurar la protección de los estudiantes.
Un estudiante del Bachilleres 20 comentó sobre la situación: “Estoy preocupado porque es un tema muy serio, podrían balacear en cualquier momento”. La administración del Bachilleres 20 ha emitido un comunicado rechazando cualquier forma de violencia, asegurando que se han implementado medidas preventivas para garantizar la seguridad de todos los involucrados. También se ha solicitado a los estudiantes que permanezcan dentro de las instalaciones y que regresen a sus hogares inmediatamente después de las clases. Los docentes han sido instruidos a portar su identificación visible para mayor seguridad.
La comunidad educativa se encuentra en un estado de alerta, y la situación sigue siendo monitoreada de cerca por las autoridades y la administración del colegio.