La violencia en el municipio de Apatzingán se intensificó la noche del pasado 28 de septiembre, cuando un ataque armado contra una base de operaciones del Ejército Mexicano resultó en la muerte de un militar y dejó a otros dos gravemente heridos. Este incidente tuvo lugar en la localidad de Lomas de los Hoyos, conocida por su alta conflictividad debido a la presencia de grupos del crimen organizado.
Según informes preliminares, el ataque se produjo mientras efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) realizaban labores de reconocimiento en la región. Las fuentes de inteligencia militar apuntan a la posible participación de miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y del grupo conocido como Los Viagras, aunque hasta el momento no ha habido una confirmación oficial de las autoridades federales respecto a los autores del ataque.
Los soldados fueron atacados con armas de alto calibre, lo que llevó a una respuesta inmediata por parte de las fuerzas armadas. Se solicitó apoyo aéreo desde la 43 Zona Militar, desplegando un helicóptero artillado que repelió la agresión y facilitó la evacuación de los heridos. Ambos militares heridos fueron trasladados a un hospital de alta especialidad en Irapuato, Guanajuato, encontrándose en estado crítico, mientras que el militar que perdió la vida falleció en el lugar del enfrentamiento.
Hasta el cierre de esta edición, la identidad de las víctimas no había sido divulgada oficialmente, aunque se ha confirmado que pertenecían a unidades encargadas de operaciones de vigilancia en la zona. A pesar de la seriedad del ataque, no se reportan detenidos ni se ha informado sobre bajas entre los agresores.
En las redes sociales, han comenzado a circular videos del operativo, mostrando a hombres con acento colombiano alrededor de un camión militar incendiado, supuestamente tras el ataque. En uno de los clips, un sujeto menciona: “Así van a quedar cada vez que vengan pa” acá pa” La Loma… La Loma tiene dueño, pura cuatro letras… pura gente del papá El Fresa”, haciendo referencia a un líder delictivo.
Este tipo de grabaciones, que se han vuelto comunes en los conflictos entre cárteles y fuerzas armadas, reflejan la estrategia de los grupos criminales para infundir miedo y marcar territorio a través de mensajes visuales y amenazas públicas. Tras el ataque, la Guardia Civil y elementos estatales implementaron un operativo de contención, bloqueando los accesos principales a la zona serrana con la intención de localizar al comando responsable del atentado.
La comunidad de Lomas de los Hoyos ha sido clasificada como una zona de alto riesgo debido a la actividad constante de células criminales y su historial de enfrentamientos armados. Hasta el momento, ni la SEDENA ni la Fiscalía General de la República han emitido un informe oficial sobre el ataque, lo que alimenta un clima de incertidumbre y resalta la dificultad del Estado mexicano para controlar la violencia en regiones disputadas por el narcotráfico.
Este ataque se suma a una larga serie de incidentes violentos en Michoacán, un estado que sigue siendo crucial en la ruta del narcotráfico y en el tráfico de armas y precursores químicos. La zona de Apatzingán, en particular, ha sido escenario de numerosos enfrentamientos entre las fuerzas federales y los cárteles, con un saldo creciente de muertos, heridos y comunidades atrapadas en el fuego cruzado.