Un globo aerostático de la empresa Bon Navy aterrizó este viernes en la Ciudadela de la Zona Arqueológica de Teotihuacán con 24 pasajeros a bordo, tras la decisión del piloto de descender en el sitio debido a condiciones climáticas adversas. Este inusual suceso ha llamado la atención de autoridades y visitantes, quienes no esperaban un incidente de tal magnitud en una de las zonas más emblemáticas de México.
Detalles del Aterrizaje
Según declaraciones de Rogelio Rivero Chong, director de la Zona Arqueológica de Teotihuacán, y Gustavo Trejo Luqui, subdirector de Seguridad y Resguardo del Patrimonio Cultural del INAH, la maniobra fue necesaria ya que no había corrientes de aire que permitieran continuar el vuelo de manera segura. Esto resalta la importancia de la seguridad en actividades que involucran el patrimonio cultural de nuestro país.
Las autoridades del INAH activaron el protocolo correspondiente para evaluar la situación. Tras una exhaustiva revisión del área, se confirmó que no hubo daños a los monumentos ni personas lesionadas, lo cual es un alivio para los visitantes y trabajadores del lugar. Tras la inspección, el organismo federal informó que no se inició procedimiento alguno, aunque la canastilla y el globo quedaron a disposición del juez conciliador.
Impacto Cultural y Seguridad
Es relevante mencionar que los 25 ocupantes del aerostato pagaron el costo de entrada al ingresar al recinto arqueológico, lo que implica un compromiso con las normas de acceso a uno de los sitios más importantes de la historia mexicana. A pesar de lo inusual del incidente, el INAH reiteró que el patrimonio cultural no sufrió alteraciones y que todo quedó bajo control sin mayores consecuencias.
Este episodio pone de manifiesto la necesidad de mantener la seguridad en zonas arqueológicas, especialmente cuando se llevan a cabo actividades recreativas como los vuelos en globo aerostático. La realidad es que, aunque el suceso fue inesperado, se manejó con la diligencia necesaria para proteger nuestro invaluable patrimonio.