El senador Marko Cortés ha alertado sobre un preocupante aumento en la extorsión a productores de limón en el estado de Michoacán. Según sus declaraciones, el “impuesto criminal” cobrado por los grupos delictivos se ha cuadruplicado, pasando de dos a cuatro pesos por kilo de limón.
Los cárteles, incluyendo Los Viagras y los aliados del Cártel Jalisco Nueva Generación, han intensificado sus actividades delictivas, afectando gravemente a las comunidades agrícolas de municipios como Apatzingán y Buenavista. Esta situación representa un riesgo inminente para la economía de miles de familias que dependen de la producción de cítricos.
Cortés subrayó que el incremento en la extorsión no solo es un golpe financiero, sino también una humillación hacia el Estado. A pesar de la reciente aprobación de una reforma en el Senado destinada a frenar la extorsión en el país, este problema persiste, lo que evidencia la necesidad urgente de acciones efectivas por parte de los tres niveles de gobierno.
Los productores de limón enfrentan no solo la presión de los criminales, sino también condiciones climáticas adversas y fluctuaciones de precios, lo que genera una crisis crítica para muchas familias. El senador afirmó que este aumento no es simplemente un número, sino una sentencia de ruina para las comunidades agrícolas de la región.
En sus declaraciones, Cortés criticó al gobierno federal por su falta de acción frente al crimen organizado, exigiendo que se ponga fin a las políticas de “abrazar delincuentes”. “Michoacán necesita una presencia real del Estado, protección para sus productores y sanciones ejemplares para quienes lucran con el miedo”, declaró.
Por último, hizo un llamado urgente a las autoridades federales, estatales y municipales para que implementen medidas coordinadas que detengan las extorsiones y resguarden el sector agrícola, enfatizando la importancia de garantizar la seguridad y estabilidad económica de los productores en Michoacán.
