En el municipio de Coronango, los residentes han llevado a cabo al menos cuatro intentos de linchamiento en respuesta a un aumento en los robos y asaltos. Esta situación ha surgido como consecuencia de la inacción del edil Armando Aguirre ante la creciente inseguridad. Los incidentes se han concentrado principalmente en el fraccionamiento Misiones de San Francisco y en San Francisco Ocotlán.
El más reciente intento tuvo lugar el 16 de septiembre en la Sección 9 de Misiones de San Francisco, donde un grupo de vecinos retuvo y agredió a un individuo acusado de intentar robar. Según los testimonios de los habitantes, otro sospechoso logró escapar y se refugió en una casa cercana, mientras que un tercer hombre intentó intervenir, pero se retiró al ver la cantidad de personas involucradas.
Anteriormente, el 28 de abril, otros residentes del mismo fraccionamiento sorprendieron a un hombre en plena acción delictiva, por lo que lo golpearon y lo amarraron a un monumento conocido como “El Maguey”, ubicado en la entrada de la unidad habitacional. Este sujeto, identificado como Raúl N, de 30 años, fue señalado por la comunidad como responsable de varios hurtos en la zona. Tras ser retenido, fue entregado a la Comisaría de Seguridad Pública y Vialidad de Coronango, quienes lo trasladaron a un complejo de seguridad.
El 17 de abril, habitantes de San Francisco Ocotlán también detuvieron a un sujeto identificado como Jesús N, quien conducía una motocicleta reportada como robada y había intentado asaltar a un transeúnte con un arma. Este individuo fue asegurado por elementos de la Policía Municipal tras recibir el aviso de los vecinos.
El primer incidente del año ocurrió el 3 de abril, cuando los residentes de Misiones de San Francisco frustraron el robo de una camioneta en la Sección 7. Durante esta confrontación, uno de los supuestos delincuentes fue retenido, mientras que otros dos lograron escapar. Como resultado del ataque, el propietario del vehículo sufrió heridas por disparos en una pierna y una mano, y fue trasladado para recibir atención médica, al igual que el agresor, un joven de aproximadamente 25 años, quien fue golpeado antes de ser entregado a las autoridades.
La creciente frustración de los habitantes ante la inseguridad ha llevado a estos actos desesperados, reflejando la falta de respuesta por parte de las autoridades locales en la lucha contra el crimen en la región.
