Las automotrices chinas han reaccionado con cautela ante el anuncio del gobierno mexicano sobre el nuevo arancel que se aplicará a los vehículos importados desde ese país. A pesar de la incertidumbre, las empresas como BYD, MG y JAC han manifestado su compromiso de continuar operando en el mercado mexicano. “Seguiremos con los mismos planes de acción en México; no se cerrará ningún distribuidor ni se reducirán plazas”, aseguró un ejecutivo del sector, enfatizando que no se busca alarmar a los clientes.
Compromiso y cautela ante la incertidumbre
La respuesta de las automotrices ha sido clara: transmitir tranquilidad y certeza a sus clientes. No se trata de marcas nuevas, sino de empresas que ya han logrado establecer una base de clientes leales en México. Según una fuente del sector, “pocas marcas chinas son las que se irán, aunque las más pequeñas ajustarán sus volúmenes”. Sin embargo, Changan destacó que ha habido especulación respecto a los aranceles, una medida que “no ha sido oficialmente anunciada”, y que esperarán la decisión del gobierno y el proceso legislativo en curso.
Mientras tanto, la reacción del gobierno chino ha sido más frontal. El Ministerio de Exteriores de China advirtió que protegerá con determinación sus intereses, sugiriendo que México está siendo influenciado por terceros para imponer estos aranceles. Esta postura podría tensar aún más la relación bilateral entre ambos países.
Impacto en el mercado automotriz mexicano
Es importante considerar tres realidades en esta problemática: primero, los autos chinos han conquistado el mercado mexicano en los últimos cinco años gracias a su competitividad en precio y calidad, lo que ha generado una base de clientes considerable. Segundo, el gobierno mexicano deberá definir de manera clara su política comercial internacional, priorizando los intereses nacionales más allá del bloque norteamericano. Y, por último, el músculo económico de China no debe subestimarse; su capacidad de respuesta podría afectar significativamente la relación comercial entre ambas naciones.
La situación actual en el sector automotriz destaca la necesidad de un diálogo constructivo que favorezca tanto a las empresas como a los consumidores mexicanos. La incertidumbre generada por los aranceles podría tener repercusiones en la disponibilidad de vehículos y servicios para los usuarios, un aspecto que merece atención en el futuro inmediato.