Diego René, apodado “Baby Rap”, fue vinculado a proceso por homicidio calificado en grado de tentativa tras un trágico enfrentamiento ocurrido el 13 de agosto en su domicilio de la colonia Colinas de Santiago, en Monclova, Coahuila. El juez de control, Nelson Herrera, determinó que la experiencia del luchador profesional, con más de 26 años de trayectoria, le otorgó una ventaja desproporcionada en la confrontación, constituyendo un uso excesivo de fuerza contra la víctima, Néstor Alejandro, quien falleció días después en un hospital.
Detalles del enfrentamiento y la defensa
Durante la audiencia, la defensa de “Baby Rap” presentó diversos elementos probatorios, incluyendo testimonios y videos, para argumentar que Néstor llegó armado con un desarmador y mostró una actitud agresiva. Una vecina, identificada como Anabel N., declaró haber presenciado cómo la víctima insultaba y retaba al luchador mientras blandeaba el objeto metálico. Otro testigo, Jesús Emmanuel N., afirmó que Néstor mostraba signos de deterioro físico atribuibles al consumo constante de cristal, un aspecto que incluso fue confirmado por la madre del fallecido.
El equipo legal de Diego René también presentó videos de seguridad y comparaciones físicas, destacando que Néstor superaba en peso y altura a “Baby Rap”, argumentando que este actuó en defensa propia. Sin embargo, el juez concluyó que el imputado empleó técnicas de lucha profesional para causar daño intencional, rompiendo protocolos y generando múltiples lesiones, incluso en los tobillos de la víctima, descartando que se tratara de un homicidio en riña.
Consecuencias legales y reacciones familiares
El Ministerio Público solicitó prisión preventiva justificada, la cual fue concedida, y se estableció un plazo de dos meses para concluir la investigación complementaria. Como resultado, Diego René fue trasladado al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Saltillo, donde permanecerá durante el avance del proceso judicial.
A la salida de la audiencia, la esposa de “Baby Rap”, Sandra N., ofreció su versión de los hechos, rechazando las acusaciones contra su pareja y responsabilizando a su propia familia de distorsionar la situación. Explicó que Néstor, a quien consideraba su primo, tenía antecedentes de agresión y consumo de drogas, lo que lo hacía impredecible y violento. Además, negó que su familia se negara a cubrir los gastos funerarios y denunció amenazas contra ella y sus hijos.
Este caso ha captado la atención de la opinión pública en la Región Centro, donde la vida y carrera del luchador se entrelazan con un trágico suceso que ha conmocionado a la comunidad.
