Este miércoles, al menos una persona ha muerto en un nuevo bombardeo del Ejército de Israel en el sur de Líbano, a pesar del alto el fuego establecido a finales de noviembre de 2024. El ataque tuvo lugar en la localidad de Yater, según el Ministerio de Sanidad libanés, aunque no se han revelado detalles sobre la identidad de la víctima ni ha habido pronunciamiento oficial por parte de Israel.
El diario libanés ‘L’Orient-Le Jour’ reportó que un segundo ataque se llevó a cabo en las cercanías de Jarayeb, cerca de Sidón, pero aún no hay información sobre posibles víctimas en este caso. En un comunicado, el Ejército israelí informó que sus fuerzas realizaron una “operación selectiva” en las Granjas de Shebaa, territorio ocupado por Israel que es reclamado por Líbano y Siria, con el objetivo de “destruir múltiples posiciones” utilizadas por Hezbolá.
Contexto del alto el fuego y reacciones
A pesar del alto el fuego acordado tras meses de enfrentamientos que se intensificaron tras los ataques del 7 de octubre de 2023, Israel ha ejecutado decenas de bombardeos en Líbano, justificando sus acciones al argumentar que está combatiendo actividades de Hezbolá. Esta postura ha sido criticada tanto por el gobierno libanés como por el propio grupo militante, así como condenada por Naciones Unidas.
El acuerdo de alto el fuego, que contemplaba la retirada de fuerzas de Israel y Hezbolá del sur de Líbano, no ha sido completamente respetado. Israel ha mantenido cinco puestos en la región, lo que ha generado un fuerte rechazo por parte de las autoridades libanesas y del mismo Hezbolá, quienes exigen el fin de esta presencia militar.
La situación en la frontera entre Israel y Líbano sigue siendo tensa, y la reciente escalada de ataques pone en tela de juicio la efectividad del alto el fuego y la estabilidad en la región. Mientras tanto, la población civil sigue siendo la más afectada por estos conflictos, recordando la fragilidad de la paz en un área marcada por décadas de violencia.
