La Comisión Europea ha reafirmado su apoyo a las federaciones deportivas y culturales en su derecho a decidir, “sin discriminación indebida”, quiénes pueden participar en sus competencias. Esta declaración se produce en medio de la controversia generada por la propuesta del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, de considerar un boicot a las entidades israelíes en eventos internacionales.
Decisiones basadas en criterios objetivos
En un comunicado a Europa Press, la portavoz de Cultura y Deportes, Eva Hrncirova, destacó que “respetamos el derecho de las federaciones deportivas y las organizaciones culturales a decidir sobre la composición de los participantes”. Aclaró que tales decisiones deben basarse en “criterios objetivos y transparentes” y que el Ejecutivo comunitario “no tomará ninguna iniciativa” en relación a la sugerencia de Sánchez, subrayando que son las federaciones las que deben decidir en cada caso.
Esta postura de Bruselas se alinea con su compromiso con la inclusión en eventos deportivos y culturales, enfatizando que “los valores europeos siempre deben ser respetados en los ámbitos cultural y deportivo”. Además, fuentes europeas han recordado que la competencia en materia de deportes y cultura recae sobre los Estados miembros, lo que limita la capacidad de la Comisión para promover cambios legislativos o interferir en las decisiones nacionales.
Controversia por cancelación de un concierto
A pesar de su silencio sobre la suspensión de la última etapa de la Vuelta Ciclista a España debido a protestas pro palestinas, la Comisión ha condenado la cancelación de un concierto de la orquesta filarmónica de Múnich en un festival en Gante, donde el director israelí Lahav Shani no ha condenado públicamente las acciones del gobierno israelí.
El comisario de Cultura y Deportes, Glenn Micallef, advirtió que “cancelar la aparición de un artista en un concierto basándose únicamente en sus creencias religiosas o nacionalidad es un error”. En una declaración similar, el comisario de Interior, Magnus Brunner, expresó su “profunda preocupación” por la situación y solicitó al Coordinador de la UE para la lucha contra el antisemitismo que contactara a las autoridades y organizadores para asegurar que no se repita este tipo de incidentes.
En resumen, la situación actual refleja tensiones complejas entre el deporte, la política y la cultura en Europa, con implicaciones que podrían tener un impacto significativo en la forma en que se desarrollan las competiciones internacionales.
