El ministro de Defensa de Colombia, Pedro Sánchez, ha afirmado que su ministerio tiene la intención de proseguir con la ofensiva militar contra el Clan del Golfo, a pesar del inicio de los diálogos de paz entre el Gobierno y este grupo armado en Doha, la capital de Qatar. Este diálogo se inició horas antes de sus declaraciones, y busca establecer un acuerdo que contemple un plan piloto para la sustitución de cultivos ilícitos en cinco localidades donde opera este cartel.
Desde el Congreso de transporte terrestre Colfecar, que se lleva a cabo en Cartagena, Sánchez enfatizó que “la orden es continuar la ofensiva contra todos los grupos armados organizados, incluido el Clan del Golfo”. Aclaró que “no hay ningún cese al fuego ni suspensión de operaciones militares”, y que habrá observadores militares y policiales trabajando junto a la oficina del alto comisionado para la paz para verificar el cumplimiento de los acuerdos establecidos por el Gobierno Nacional.
El ministro también destacó que se actuará “con total contundencia”, subrayando que esto está alineado con lo que establece la Constitución Política de Colombia. Sus comentarios se producen en un contexto de creciente violencia, ya que el conflicto armado con el Clan del Golfo se ha intensificado recientemente, resultando en la muerte de dos soldados colombianos en enfrentamientos en varias regiones del país. Estos incidentes incluyen un ataque en la zona rural del municipio de Caňasgordas, en Antioquia, donde los soldados fueron atacados por la subestructura armada Edwin Román Velásquez Valle.
Además, en este periodo, las autoridades colombianas han tenido que enfrentar los desafíos que presenta el ELN, que ha intensificado sus operaciones contra las fuerzas de seguridad tras la ruptura de las negociaciones de paz con el Gobierno de Bogotá. Este panorama evidencia la complejidad y la persistente violencia que enfrenta Colombia en su lucha contra el narcotráfico y los grupos armados.
