El pasado 19 de septiembre, las autoridades de la Ciudad de México confirmaron la muerte de Erick Vicente Acevedo Romero, un conductor de microbús que perdió la vida tras ayudar a sus pasajeros durante un trágico incidente en el puente La Concordia en Iztapalapa. Acevedo, de 33 años, se encontraba entre las víctimas de la explosión provocada por el choque de una pipa de gas que ocurrió el 10 de septiembre, lo que eleva la cifra de muertos a 26.
Erick Acevedo ha sido aclamado como un héroe. Su esposa, Sharon Segura, relató que el conductor se detuvo al observar la nube de gas y, al notar que los pasajeros estaban paralizados de miedo, decidió regresar para ayudarlos a escapar. “Mi esposo detuvo el micro, se paró y les gritó a todos que se bajaran. Se fue, pero al ver que la gente no salía, regresó a ayudar y fue en ese momento que la pipa explotó”, comentó Segura para Imagen Televisión.
El terrible incidente dejó a muchos heridos. Según datos de la Secretaría de Salud Pública de la Ciudad de México, actualmente hay 19 personas hospitalizadas, mientras que 39 ya han recibido el alta. La situación sigue siendo crítica, y las autoridades continúan evaluando el estado de salud de los afectados.
La madre de Erick, Delfina Romero, expresó su dolor y preocupación por el delicado estado de su hijo, quien sufrió quemaduras en el 100% de su cuerpo y se encontraba intubado en estado crítico. “Si llega a sobrevivir, puede quedar sin vista”, advirtió a medios locales.
La tragedia ha conmocionado a la comunidad y resalta la valentía de aquellos que, en momentos de crisis, ponen en riesgo su propia vida para salvar a los demás. La historia de Erick Acevedo será recordada como un ejemplo de heroísmo en medio del caos.