Las autoridades han localizado a los cuatro hermanos que habían desaparecido en Acapulco, encontrándolos en Jojutla, Morelos, a casi 250 kilómetros del lugar donde fueron vistos por última vez. Los menores, cuyas edades oscilan entre 8 y 13 años, fueron encontrados cinco días después de que se reportara su desaparición.
La última vez que se tuvo noticias de los hermanos Olea Ramírez fue el 17 de septiembre en la comunidad Kilómetro 30, en el municipio de Acapulco. Este lunes, el Gabinete de Seguridad del Gobierno de México anunció que los niños ya se encuentran bajo la protección de las autoridades, aunque no se han revelado detalles sobre las circunstancias de su hallazgo ni cómo llegaron a Jojutla.
Desde que se notificó su desaparición el 20 de septiembre, se distribuyeron fichas de búsqueda y fotografías de los menores: María del Rosario, la mayor con 13 años; Grisel, de 12; Jesús, de 10; y Yoel, de 8. A pesar de la difusión de esta información, la policía local no tenía conocimiento de cómo se perdió el rastro de los niños ni quién había notificado su desaparición a Locatel, la entidad encargada de emitir alertas de búsqueda en México.
La única información disponible para la policía era que los menores eran originarios de un pueblo llamado La Testaruda, que se encuentra a 21 kilómetros del lugar donde se les vio por última vez. La distancia es considerable en comparación con el área donde las autoridades finalmente los encontraron durante una operación de búsqueda que involucró a diversos cuerpos de seguridad, así como a la fiscalía estatal y la Fiscalía General de la República.
Según el comunicado del Gabinete de Seguridad, los agentes realizaron recorridos en la zona y se entrevistaron con vecinos para obtener información que los llevara a los menores, quienes fueron ubicados en Jojutla.
Los cuatro hermanos habían salido de su hogar juntos, y su último paradero conocido fue en la comunidad de Guerrero, un estado que se encuentra entre los diez con más casos de desapariciones de niños y adolescentes en México. Antes de que fueran encontrados, el comisario municipal de Kilómetro 30, Adán Casarrubias Flores, había publicado un video solicitando que los familiares de los niños se pusieran en contacto con él, ya que nadie en la comunidad había podido identificarlos.
Tras su localización, los niños quedaron bajo la protección de las autoridades y están a espera de ser entregados al agente del Ministerio Público Especializado en Desaparición Forzada y Búsqueda de Personas Desaparecidas de la fiscalía estatal de Guerrero. Las familias tienen la opción de reportar la desaparición a través de Locatel o comisiones de búsqueda, sin necesidad de hacerlo ante las autoridades policiales, especialmente si tienen temor de represalias.
En Guerrero hay reportados 313 niños y adolescentes desaparecidos, según datos de la Comisión Nacional de Búsqueda. Este estado se encuentra entre los diez con mayores cifras de desapariciones, siendo el Estado de México el que presenta el mayor número, con 3,219 personas entre 0 y 15 años que no han regresado a casa. A nivel nacional, hasta el 22 de septiembre, se registraron 1,470 desapariciones este año, lo que marca un aumento significativo en comparación con años anteriores.
Desde 2006, el número de casos de desapariciones ha aumentado drásticamente debido a la violencia relacionada con el narcotráfico. En Guerrero, las estadísticas han mostrado que un porcentaje alto de los menores desaparecidos son localizados, aunque el impacto de estas desapariciones sigue siendo devastador para las familias afectadas.
