En un hecho que ha causado indignación en la comunidad de Chalco, Estado de México, padres de familia presentaron una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) en contra de dos docentes y el director del Colegio de las Américas. La acusación se centra en un presunto caso de discriminación y maltrato hacia un niño de 8 años que presenta un trastorno del lenguaje, TDAH y retraso en el desarrollo.
Pedro Iván Olvera Medrano, padre del menor afectado, detalló que durante el presente ciclo escolar su hijo, quien cursa segundo grado, ha sido objeto de maltrato psicológico. Según su testimonio, la profesora María del Pilar habría obligado al niño a dormir en un rincón del aula, además de golpear su mesa y gritarle de manera constante. Esta situación no solo ha generado preocupación en la familia, sino que también pone de manifiesto la falta de atención y comprensión hacia las necesidades educativas especiales del menor.
Por otro lado, el maestro de inglés, Joel Miguel Gutiérrez Navarro, también fue señalado por el padre, quien afirmó que el docente sujetaba fuertemente a su hijo de los brazos para obligarlo a sentarse. Este tipo de acciones han llevado a los padres a considerar que el ambiente escolar se ha vuelto hostil para su hijo, quien busca apoyo y atención adecuada en su proceso educativo.
La madre del menor, Josefina Rojas González, añadió que la situación ha tenido repercusiones en la salud emocional de su hija, quien también es estudiante del mismo colegio en nivel secundaria. Las constantes discriminaciones y el trato negativo hacia su hermano han afectado su bienestar, generando un ambiente de angustia en el hogar. “No solo se trata de un niño, estamos hablando de una familia. Esto debe cambiar”, expresó Rojas González.
Los padres han hecho un llamado a las autoridades educativas del estado, solicitando la intervención del titular de la secretaría de Educación, Miguel Ángel Hernández Espejel, así como de la FGJEM, para que se realice una investigación exhaustiva sobre los hechos denunciados y se tomen las medidas adecuadas para proteger a su hijo y a otros estudiantes que pudieran estar en situaciones similares.
Esta denuncia ha puesto sobre la mesa la discusión acerca de la importancia de contar con un sistema educativo inclusivo que no solo atienda a todos los estudiantes, sino que también promueva el respeto y la empatía entre el personal docente y los alumnos. La discriminación y el maltrato no deberían tener cabida en ningún entorno educativo, y es responsabilidad de las autoridades garantizar un espacio seguro para todos los menores.
La comunidad educativa y los padres de familia esperan que esta situación sea atendida con la seriedad que merece, y que se implementen políticas que protejan a los estudiantes ante cualquier forma de abuso o discriminación. La pronta respuesta de las autoridades será clave para restaurar la confianza en la institución y asegurar que todos los niños reciban la educación que merecen.