Durante la marcha conmemorativa del 2 de octubre, un hombre vinculado al bloque negro fue arrestado por robo en la joyería Bizarro, situada en el Centro Histórico, según informó el jefe de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Pablo Vázquez.
El funcionario detalló que alrededor de 350 miembros del bloque negro participaron en los disturbios, portando palos, bombas molotov y otros objetos que utilizaron para cometer actos vandálicos y agredir a las fuerzas policiales.
“Condenamos los hechos violentos ocurridos durante la manifestación. No cabe duda de que hay quienes quisieran que nuestra policía actuara guiada por modelos del pasado, pero no”, expresó Vázquez.
Inicialmente, se movilizaron 500 policías para controlar la situación, pero ante el aumento de la violencia del grupo encapuchado, el número de efectivos se cuadruplicó a 1,500. Como resultado de los enfrentamientos, varios oficiales resultaron heridos; 94 fueron llevados a hospitales, tres de ellos en estado delicado. Además, 29 civiles recibieron atención médica por diversas lesiones.
El secretario de Gobierno, César Cravioto, describió los disturbios como “una gran provocación” diseñada para provocar reacciones violentas por parte de la policía y negó que se haya producido un enfrentamiento real.
En el transcurso de estos incidentes, los encapuchados también atacaron el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, rompiendo los cristales de la entrada principal y causando daños menores en el primer piso con explosivos. La UNAM condenó enérgicamente estos actos, indicando que atacar un lugar que sirve como memorial del 68 es una afrenta a quienes lucharon pacíficamente por una sociedad más justa, tolerante y democrática.
Las autoridades han comenzado a abrir carpetas de investigación en colaboración con la Fiscalía General de Justicia para evaluar los daños y proceder con las denuncias correspondientes.