Ecopetrol ha asumido el control exclusivo de los contratos de exploración offshore COL-5, Purple Angel y Fuerte Sur en el mar Caribe colombiano, tras la cesión gratuita del 50% de participación que mantenía Shell EP Offshore Ventures Limited, Sucursal Colombia. Esta operación, formalizada ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), consolida a la petrolera estatal como un actor central en el sector energético nacional.
Detalles de la operación
La cesión implica la devolución de la participación de Shell sin contraprestación económica, lo que permite a Ecopetrol, que ya poseía la mitad restante, convertirse en el único titular de estos activos estratégicos. La solicitud de preevaluación fue presentada ante la SIC el 14 de agosto de 2025 y complementada el 19 de agosto, de acuerdo con lo estipulado en el Acuerdo de Operación Conjunta entre ambas compañías. Este trámite administrativo se encuentra actualmente en la fase de preevaluación (Fase I) ante la SIC, que publicó la notificación de la transacción el 22 de agosto de 2025.
Desde esa fecha, terceros interesados tienen un plazo de diez días hábiles para presentar comentarios o información adicional relevante para el análisis de la operación. La decisión final de la SIC determinará si la transacción requiere un estudio más profundo o si puede aprobarse en esta etapa inicial. Adicionalmente, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) deberá otorgar su aval, dado su rol regulador en la asignación y ejecución de estos contratos.
Motivos detrás de la salida de Shell
La salida de Shell responde a factores técnicos y estratégicos. Durante 2024, la compañía intentó vender su participación en los bloques offshore, pero no recibió ofertas de compra de otras empresas. Ante la falta de interesados, Shell optó por ejercer su derecho contractual de retiro, lo que derivó en la cesión gratuita de su participación a Ecopetrol. La petrolera británica argumentó que los hallazgos de gas natural en estos bloques resultaron menores a lo esperado, lo que no justificaba las inversiones necesarias para construir un gasoducto submarino y las instalaciones en tierra firme, infraestructura similar a la que desarrollan Petrobras y Ecopetrol para el proyecto Sirius.
Como parte de su estrategia global, Shell decidió priorizar inversiones en mercados más consolidados o proyectos de mayor rentabilidad, aunque mantendrá en Colombia sus negocios de comercialización de lubricantes y venta de combustibles a través de Biomax.
Impacto en el mercado
En términos de mercado, la operación tiene un impacto competitivo limitado. Antes de la transacción, Ecopetrol y su filial Hocol sumaban una participación conjunta del 21.8% en el mercado de exploración de hidrocarburos en Colombia, mientras que Shell apenas alcanzaba el 1.1%. Tras la cesión, Ecopetrol incrementa su presencia a 21.8%, una variación marginal que no altera de forma significativa la estructura competitiva.
El índice de concentración de mercado (HHI) solo varía en 45 puntos, manteniéndose en un nivel bajo de 1,110, lejos del umbral de 1,500 que indicaría un mercado concentrado. En la producción offshore de gas natural, Ecopetrol, a través de Hocol, ya controlaba el 100% del mercado mayorista primario, por lo que la salida de Shell no genera cambios en este segmento ni riesgos de posición dominante adicionales.
Relevancia estratégica de la operación
La relevancia estratégica de la operación radica en el fortalecimiento del portafolio de Ecopetrol en un segmento clave para la seguridad energética de Colombia. La integración de estos contratos offshore permite a la petrolera estatal ampliar su capacidad de exploración y producción en un momento en que el país busca diversificar sus fuentes de hidrocarburos y avanzar en la transición energética. El potencial de los activos denominados KGG en la costa afuera se estima entre dos y tres terapies cúbicos (TCF) de gas natural, lo que refuerza la importancia de estos proyectos para el abastecimiento energético a largo plazo.
Los bloques COL-5, Purple Angel y Fuerte Sur han sido escenario de importantes descubrimientos de gas natural en los últimos años. El primer hallazgo se produjo en el pozo Kronos (Fuerte Sur) en julio de 2015, seguido por el descubrimiento en Purple Angel en marzo de 2017, que confirmó la extensión del yacimiento. En mayo de 2017, se anunció el hallazgo de Gorgon-1, a 27 kilómetros al norte de Purple Angel, y en agosto de 2022, Ecopetrol informó que el pozo Gorgon-2 había comprobado la presencia de gas en aguas ultra profundas, consolidando la extensión del descubrimiento anterior.
Estos antecedentes posicionan a los bloques offshore como piezas fundamentales en la estrategia energética nacional. De cara al futuro, la autorización de la SIC y el aval de la ANH son condiciones necesarias para el cierre definitivo de la transacción. Además, Shell podría avanzar en la venta de su participación en el bloque COL-3, que mantiene en asociacion con la estadounidense Noble Energy. De concretarse esta operación, la compañía británica se sumaría a la lista de multinacionales que han decidido retirarse del negocio de exploración y producción de hidrocarburos en Colombia, como Cepsa, Repsol, ExxonMobil, Chevron y ConocoPhillips.
La consolidación de Ecopetrol como único titular de los contratos offshore refuerza su posición en el sector y subraya su papel central en los proyectos que definirán el futuro energético de Colombia.