El teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa presenta la obra ‘Poeta (perdido) en Nueva York’, que ofrece una profunda mirada a la vida y obra de Federico García Lorca a través de sus cartas y poemas. Esta adaptación, que se podrá disfrutar desde el 11 de septiembre hasta el 10 de octubre, busca conectar al público con el espíritu del poeta granadino en una de las etapas más significativas de su vida.
Un homenaje a la poesía y a la vida de Lorca
El director del teatro, Juan Carlos Pérez de la Fuente, enfatiza que “Federico es el poeta de muchas cosas. Del amor, de la paz, de la no guerra”. La obra, dirigida y protagonizada por Jesús Torres, resalta la importancia de Nueva York como un espacio de transformación y aceptación para el poeta. Durante la presentación a medios, Torres compartió que la obra se presenta con “muchísimo amor, con muchísima precaución” hacia García Lorca.
En ‘Poeta (perdido) en Nueva York’, se entrelazan las cartas que Lorca escribió durante su estancia en la ciudad con poemas de su obra ‘Poeta en Nueva York’. Torres explica que “vamos contrastando las cartas que Federico manda, llenas de poesía, con la poesía que Federico fecha ese mismo día. Y eso es muy bonito”. Esta dualidad permite al espectador explorar la voz íntima del poeta y su lucha interna.
Reflexiones sobre la muerte y la vida en el escenario
El montaje inicia con una carta que García Lorca envió a sus padres, pidiendo irse a Nueva York. Torres destaca que, a pesar de ser prosa, la carta refleja el espíritu poético de Lorca, quien afirmaba: “yo he nacido poeta”. En el escenario, decorado con elementos representativos como una figura del Empire State Building y una máquina de escribir, el artista narra episodios del poeta en un bar clandestino durante la Ley Seca.
La obra no teme abordar temas complejos, como la relación de Lorca con la muerte. “Es donde Federico tontea muchisísimo con la idea de la muerte”, menciona Torres, añadiendo que es un aspecto que “poco se ha hablado”. A lo largo del espectáculo, se invita al público a reflexionar sobre estos temas sin miedo, lo que añade una capa dramática y emocional a la representación.
El director del teatro, Pérez de la Fuente, defiende que este montaje no solo es una contribución artística, sino una forma de informar sobre la historia del poeta, que aún guarda “misterios”. Al final, el espectador se lleva consigo una experiencia enriquecedora sobre el viaje de Lorca a Nueva York, un viaje marcado por la búsqueda de su identidad y su arte.
