El pasado 24 de septiembre, Erick Moreno Hernández, conocido como “El Monstruo”, fue arrestado en Paraguay después de haber permanecido prófugo durante varios meses. Su captura se llevó a cabo en una vivienda sencilla en San Lorenzo, a más de 14 kilómetros de Asunción, la capital del país.
La detención fue el resultado de una colaboración entre la Policía Nacional del Perú (PNP) y las autoridades paraguayas, que trabajaron conjuntamente durante tres meses. Un equipo especializado en crimen organizado de Paraguay, con el apoyo de agentes peruanos, fue responsable de la operación que culminó con la captura de este presunto líder de Los Injertos del Cono Norte, una organización criminal involucrada en extorsiones y asesinatos.
Las imágenes difundidas por Canal N mostraron a Moreno Hernández esposado y vistiendo un chaleco de la Policía Nacional. Durante el primer contacto con las autoridades peruanas, el coronel PNP Franco Moreno Panta, quien lideró el equipo, le advirtió: “Se te acabó tu tiempo”. Estas palabras marcaron el final de una extensa persecución policial.
En su diálogo con los agentes, Moreno Hernández admitió haber perdido su capacidad operativa y económica. Según el coronel Moreno, el detenido reconoció que su red financiera había sido desmantelada, lo que había dificultado su supervivencia. “No tienes buena vida, porque se te cortó toda la economía, y era cuantiosa. Por eso no has podido sobrevivir”, explicó el jefe policial.
La captura también reveló posibles casos de corrupción dentro de la PNP en el pasado, así como redes de protección que facilitaron la fuga de Moreno Hernández a varios países, incluido Brasil. Tras su arresto, el jefe del Departamento de Investigación de la Policía de Paraguay, Hugo Grance, indicó que Moreno Hernández intentó sobornar a los agentes para evitar su detención, aunque el objetivo primordial era arrestarlo.
La PNP había considerado a Erick Moreno Hernández como su fugitivo más buscado y ofrecía una recompensa significativa por información que condujera a su captura. La estructura criminal que lideraba estaba enfocada en la extorsión de comerciantes y otros delitos en el norte de Lima, así como en otras regiones del país.
La operación que finalizó con la detención de “El Monstruo” requirió la coordinación de varias divisiones policiales, incluidas algunas que habían sido desarticuladas tras operativos previos. Desde 2022, Moreno Hernández había estado en la lista de los más buscados, tras haber estado implicado en múltiples crímenes. Aunque se encuentra actualmente en Paraguay, se prevé que su traslado a Perú se realice bajo estricta custodia, donde deberá cumplir una condena de 32 años ya impuesta por el Poder Judicial.