El pasado 25 de septiembre, un altercado se produjo en el interior de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, ubicada en Naucalpan, Estado de México. Este incidente sigue a la reciente tragedia en la que un estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Sur de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue asesinado por un compañero.
La riña en la FES Acatlán involucró a tres estudiantes, lo que llevó a la institución a activar su protocolo de seguridad. Como resultado, dichos alumnos fueron entregados a las autoridades correspondientes. Según el comunicado oficial, uno de los participantes en el enfrentamiento estaba armado con un cuchillo.
Imágenes y videos han comenzado a circular en las redes sociales, mostrando a un joven con una camiseta negra y una gorra que fue esposado tras supuestamente intentar agredir a otros estudiantes. Este tipo de incidentes ha generado preocupación sobre la seguridad en las instituciones educativas y el comportamiento de los alumnos.
Las autoridades locales, junto con la administración de la FES Acatlán, están investigando el caso y se espera que se tomen medidas adicionales para garantizar la seguridad en el campus. En medio de un clima de tensión, la comunidad estudiantil demanda acciones efectivas para prevenir situaciones similares en el futuro.
La FES Acatlán, como parte de la UNAM, es reconocida por su compromiso con la educación superior en México. Sin embargo, este tipo de incidentes pone en entredicho la tranquilidad en la que deberían desarrollarse las actividades académicas.
Se espera que las autoridades proporcionen más información sobre este caso en los próximos días, mientras tanto, la comunidad universitaria sigue en alerta ante la posibilidad de que se repitan situaciones de violencia.