La tragedia golpeó a Iztapalapa el 5 de octubre de 2023, cuando una explosión de una pipa de gas dejó un saldo devastador de 19 fallecidos y al menos 30 heridos. El incidente ocurrió alrededor de las 10:30 horas en la calle de San Juan, donde la pipa, que transportaba gas LP, se incendió, provocando una serie de explosiones en cadena que arrasaron con varias viviendas y vehículos cercanos.
Los cuerpos de emergencia llegaron rápidamente al lugar para atender a los heridos y controlar el fuego, que se extendió rápidamente debido a las condiciones del clima y la cercanía de otros tanques de gas. La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil activó protocolos de emergencia, movilizando equipos para rescatar a posibles sobrevivientes entre los escombros.
Reacciones y consecuencias
La noticia ha impactado no solo a los residentes de Iztapalapa, sino a toda la Ciudad de México. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, expresó sus condolencias a las familias afectadas y aseguró que las autoridades investigarán las causas del accidente. Resulta preocupante que este tipo de incidentes sigan ocurriendo, evidenciando fallas en la regulación y supervisión de los transportes de gas en la capital.
Por su parte, vecinos de la zona manifestaron su temor y enojo ante la falta de medidas de seguridad en el transporte de sustancias peligrosas, recordando casos previos que causaron alarmas en la comunidad. “No es la primera vez que pasa algo así aquí, ya estamos cansados de vivir con miedo”, comentó una residente que prefirió permanecer en el anonimato.
Investigaciones en curso
Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las circunstancias que llevaron a la explosión. Se espera que se revisen los permisos y protocolos de seguridad de la empresa responsable del transporte de gas. La realidad es que, tras la tragedia, se abre un debate sobre la necesidad de reforzar la regulación en este tipo de transportes, que representan un riesgo latente para la población.
En medio de esta crisis, la comunidad se une para apoyar a las familias afectadas, organizando recolectas de víveres y donaciones. La solidaridad de los vecinos resalta en momentos tan difíciles, mostrando que, a pesar de la tragedia, hay luz en la unión de la comunidad.
Este incidente pone de relieve la urgencia de revisar y mejorar las políticas de seguridad en la ciudad, para evitar que tragedias como esta se repitan. La atención debe centrarse en la prevención y en garantizar la seguridad de todos los ciudadanos que habitan en las zonas más vulnerables.